Por tus ojos encendidos
y lo
mal puesto de un broche,
pensé que estuviste anoche
jugando a
juegos prohibidos.
Te odié por vil y alevosa:
te
odié con odio de muerte:
náusea me daba de verte
tan villana
y tan hermosa.
Y por la esquela que vi
sin
saber cómo ni cuándo,
sé que estuviste llorando
toda la
noche por mí.
--José Martí--
Dice José Lamilla en su libro sobre Fuente de Cantos, que aún recuerda, de cuando era niño, contemplar atónito aquellos enormes rebaños de ovejas que pasaban por el pueblo levantando inmensas polvaredas a su paso por la Cañada Real Leonesa, es decir, por nuestra calle Real..
Buena memoria tiene nuestro estupendo historiador patrio, esa visión que le traen sus recuerdos es una imagen que se repetía en España y en Fuente de Cantos desde hacía setecientos años. Todo se debía a la trashumancia; ése trajín de rebaños de ovejas y pastores que iban y venían de norte a sur en invierno y a la inversa en verano..
La Mesta era la organización real que protegía esos caminos. Desde que en el siglo XIII se cruzaron machos carneros del norte de África con las ovejas autóctonas ibéricas y dieron como resultado la oveja merina, aquello fue la repanocha, todo se centró en ellas, por encima incluso de la agricultura, puesto que su lana era muy apreciada en Europa, tanto, que hizo próspera a Castilla..
Por allá donde pasaban estos rebaños era un fiesta: de ferias, de ajetreo, de actividad, de vida en definitiva, y en Fuente de Cantos no iba a ser menos, así que, en parte, somos lo que somos por la Cañada Real Leonesa, las ovejas y los tipos que transitaban por ella, y hasta de la chanfaina que celebramos estos días, ellos trajeron la receta..
En nuestro término, entraba el ganado por el norte (Calzadilla) y atravesaban el pueblo hasta el rio Ardila, ¿y sabéis qué? Pues que la culpa de parte de la deforestación que padecemos desde hace tiempo la tienen aquellas ovejas, que necesitaban pasto para subsistir. Es decir, talaron los arboles para que las ovejas pastaran. Pero no sólo eso, sino que las familias que se fueron instalando en el pueblo durante siglos, lo hicieron llegados a través de la Cañada Real..
Por cierto, habitualmente, un rebaño de aquellos se componía de: un mayoral, 5 pastores, 5 zagales, 5 perros, 50 carneros, 25 encencerrados y 1200 ovejas merinas, además de bestias de carga y otros aperos..
En fin, mañana más
Joaquín..
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