Tal vez mañana,
como hay sueños que han sido y que no son,
tú abrirás como siempre la ventana
y saldrás a esperarlo en el balcón.
Y, como una sorpresa,
como una burla fina y cruel,
colocaras mis flores en la mesa
sin que tiemble tu mano en el mantel...
--J. A. Buesa--
¿Y qué me decís de los hospitales que una vez tuvimos Fuente de Cantos? ¡Hombre, no eran esos inmensos centros hospitalarios que gozamos hoy en las grandes ciudades, con sus modernos quirófanos y sus super-monitorizadas UCIS, pero algo tuvimos!..
Y tuvimos nuestro mejor hospital. Sí, regentado, por los Hermanos de la Sangre y por ermitaños, para acoger a enfermos pobres y enterrar a gente sin acomodo, aunque de la época que os hablo, más que hospitales como lo entendemos hoy, eran simplemente de centros de acogida para enfermos y moribundos.
Justo donde ahora está la plaza de abastos había unas casitas propiedad del clérigo D. Juan García Guerrero, que en una fecha tan lejana como 1533 las cedió gratis para la construcción de dicho hospital de pobres, Hospital de la Sangre de Jesucristo, se llamó.
Pero no sólo Hospital y cementerio erigieron en pleno centro del pueblo, también contó con su ermita, ermita dedicada a Santa Bárbara, protectora contra los daños del temporal y las tormentas.
Fijaos qué pasada: contamos con datos de gente que murió y fue enterrada en el pequeño cementerio del hospital hace mucho mucho tiempo, por ejemplo..
--D. Antonio José Serrano, que murió en el Hospital el 14 de septiembre de 1706, era maestro de esgrima..
--D. Manuel, “enterrador”, murió en el Hospital el 6 de agosto de 1709
--D. Pedro José de San José, encargado de la ermita, murió en el Hospital el 20 de agosto de 1737, en fin...
Pero el Hospital se nos quedó pequeño, y en 1885 se inauguró el nuevo, en el antiguo convento de San Diego, en el camino de Segura, junto a las ruinas de la ermita de San Marcos.
Las obras de adecuación del hospital las financió la fuentecanteña Dña. Concepción Real Tinoco de Castilla, (la que está enterrada en el primer mausoleo que se hizo en el cementerio de San Fernando).
Por cierto, donde había estado el antiguo Hospital construyó el ayuntamiento la Plaza de Abastos, y ahí sigue después de varias remodelaciones. El mismo día que se inauguró la Plaza de Abastos, de madrugada, nuestro poeta local D. Máximo Rosario, escribió, alumbrándose con cerillas, el siguiente verso en el arco de entrada:
Te vi de templo sagrado,
diste hospitalidad,
fuiste escuela de párvulos
y colegio electoral.
Pero ahora te veo convertido
en una plaza de abastos
como una gran capital.
Y que sepáis que tuvimos más hospitales, como el del Espíritu Santo, el de la Misericordia, el de la Esperanza, el de... pero de estos ya hablaremos otro día
Joaquín
Plaza de Abastos actual, (antiguo Hospital de la Sangre de Jesucristo)
Plaza de Abastos, lugar donde se ubicó el antiguo Hospital de la Sangre y su ermita de Santa Bárbara.
antigua ermita de San Marcos, antiguo convento de San Diego, y antiguo Hospital, desde 1885.
antigua ermita de San Marcos, antiguo convento de San Diego, y antiguo Hospital, desde 1885.
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