Alguna vez recuerdo
ciertas noches de junio de aquel año,
casi borrosas, de mi adolescencia,
Eran las noches incurables
y de calentura.
Las altas horas de estudiante solo
y el libro intempestivo
junto al balcón abierto de par en par
sin un alma que llevar a la boca.
Cuántas veces me acuerdo
de vosotras, lejanas
noches del mes de junio, cuántas veces
me saltaron las lágrimas, las lágrimas
por ser más que un hombre, cuánto quise
morir
o soñé con venderme al diablo,
que nunca me escuchó.
Pero también
la vida nos sujeta porque precisamente
no es como la esperábamos.
--Gil de Biedma--
Sigo remirando libros, y revistas, y artículos, y documentos, y... relacionados todos con Fuente de Cantos, apasionantes, por supuesto. Lo último avistado es una breve reseña en un libro de José Lamilla acerca de los oficios más habituales en el pueblo allá por los tiempos de Maricastaña.
Lamilla ha revisado documentos antiguos, legajos antediluvianos, archivos religiosos y laicos ya mohosos por el paso del tiempo, y entre todos ellos ha anotado los nombres de fuentecanteños, antepasados nuestros y los oficios que desempeñaban. Bien, pues entresacado sólo las profesiones más comunes de aquella, nuestra gente, ha concluido que:
Yo he copiado algunos detalles curiosos y se me antoja enseñároslo, por lo interesante. Algunos oficios de antaño apenas han cambiado, otros si y mucho. El resto, para desgracia nuestra, ya han desaparecido.
Fijaos:
El sustento principal del pueblo en aquellos lejanos tiempos eran los derivados del campo, así que la mayoría de los trabajadores se dedicaban a los diferentes oficios relacionados con él: Jornalero era el más habitual, pero no faltaban: aperador, carretero, segador, hortelano, corredor de grano, agrimensor o guardia rural..
El ganado también ocupaba a muchos de los fuentecanteños de entonces: yegüero, mayoral, esquilador, porquero, pastor, herrador, chalán, trajinante, y hasta desbravador de caballos, sí si, lo que oís..
En el apartado de servicios se daban las profesiones más curiosas: peón caminero, tendero, encuadernador, escribiente, pendolista, amanuense, procurador, cartero, zagal de diligencia, oficial de telégrafo o guardia municipal..
Entre los oficios menos importantes, aunque algunos con gran prestigio en la sociedad estaban: sastre, barbero, jerguero, molinero, arriero, jabonero, alfarero, latonero, menestral, cordelero, albardero etc. etc.
Y luego estaban los comerciantes: pañero, cafetero, carnicero, chacinero, tabernero, confitero, curtidor...
Y también: hospedero, mesonero, enterrador, sombrerero, sangrador, farolero, fotógrafo, y hasta músico, maestro de billar, maestro de esgrima o pescador en el bodión, ¡qué os parece!..
Todo esto tuvimos en Fuente de Cantos en otra época, claro; éramos un pueblo inmenso. Como veis pocos oficios de esos nos quedan ya, y es que, los tiempos cambian que es un gusto.. En fin...
Joaquin
Calle Santa Lucía
Altozano del Olmo
calle Fernando Poo
calle Prim
Paseo de Extremadura
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