Mi voluntad se ha muerto una noche de luna
en que era muy hermoso no pensar ni querer...
De cuando en cuando un beso sin ilusión ninguna.
¡El beso generoso que no he de devolver!
--M. Machado--
Sin saber cómo ni cuando, el caso es que se quedó embarazada de Lamberto, el amanuense de un alto cargo del Vaticano.
Con Lamberto había viajado por varias ciudades europeas como ayudante, pero, claro, ella era mujer y él vicario sacerdotal, con lo que sería un escándalo si la gente supiera; así que éste había hecho pasar a la joven como si de un chico se tratara.
A través de Lamberto ella había conocido al Papa León IV que, sorprendido por sus conocimientos administrativos, la tomó a su servició como primer secretario. Tampoco supo el Papa que era ella era mujer; vestía sotana.
--Me gusta tus conocimientos y delicadeza para con la gente---le dijo un día---quiero que me ayudes en mi labor
--Encantado, Su Santidad, estoy a su servicio---le contestó ella ruborizándose y temiendo ser descubierta.
A Lamberto no le gustó la idea, puesto que significaba separarse de ella, pero no tuvo más remedio que aceptar, ¡era el Papa!... Tres años ejerció su trabajo junto al pontífice con mucha dedicación y aprendizaje..
Y murió el Papa, e incomprensiblemente y sin nadie conocer su sexo, salvo Lamberto, la propusieron como su sucesor. Quizás éste movió hilos. ¡el caso es que acabó siendo Papa!. Era el año 855 del señor. Sólo Lamberto, del que hacía tiempo era su amante secreto, sabía realmente de su condición de mujer..
Su paso por el Santo Pontificio fue breve pero intenso.. Dedicó sus mejores años y oficios a hacer lo mejor por los fieles, por la paz y por la concordia entre los hombres, pero le perdió el amor por Lamberto, quedó embarazada.
Durante ocho meses disimuló todo lo que pudo gracias a las holgadas vestimentas, pero un día durante una procesión en Roma a la que tuvo que asistir, el parto se le adelantó. Llegaron las contracciones y no hubo tiempo de trasladarla a un lugar privado y seguro,¡¡dio a luz en plena acera de la calle principal de Roma!!..
Algunos por el Vaticano ya sospechaban algo. Se había corrido el rumor de su verdadero sexo, aunque nadie se atrevía a abrir la boca....
Fue un escándalo de tal magnitud que toda Roma se revolucionó. La noticia del parto del Papa en plena calle corrió como un reguero de pólvora por la ciudad.. La gente se agolpó enfervorizada en los aledaños donde ella paría. Y ocurrió lo mas horroroso...
La multitud congregada entorno al improvisado paritorio, alentados por algunos enemigos se fue soliviantando y empezaron a tirarle piedras.. Todos querían participar en el festín del linchamiento.. El final fue espantoso, una decena de muertos lapidados, entre ellos su hijo recién llegado al mundo, y ella, que quedó irreconocible por las pedradas.
Por cierto, sabed que la historia es real como la vida misma. Su nombre fue Juana, pero pontificó como Benedicto III. Ha pasado a la historia como la Papisa Juana.
No obstante, los jerarcas eclesiásticos del Vaticano se niegan a incluirla en la larga lista de los Papas habidos en la historia.
Joaquín..
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