¿Dónde volaron, ¡ay! aquellas horas
de juventud, de amor y de aventura,
regaladas de músicas sonoras,
adornadas de luz y de hermosura?
¡Ilusiones que llora el alma mía!
¡Oh, cuán suave resonó en mi oído
el bullicio del mundo y su ruido!.
Los años de la ilusión pasaron,
las dulces esperanzas que trajeron
con sus blancos ensueños se llevaron,
y el porvenir de oscuridad vistieron.
--Espronceda--
Dijo una vez, Eduard Douwes, un buen escritor holandés del siglo XIX: “Las ilusiones perdidas son verdades halladas”. Y hablando de ilusiones perdidas, no sé ustedes, pero yo constantemente me las voy creando, y perdiendo poco después (la realidad se impone) y, aunque suelen ser de poca envergadura, las necesito para ir tirando...
Entiendo que todos y cada uno de nosotros hagamos lo mismo, es decir, cada cual se agarrará a sus pequeñas satisfacciones y gozos que compensen los continuos disgustos cotidianos. No comprendería que algunos no tuviesen las suyas por muy mediocres que fueran...
Es obvio que no debemos tener ilusiones desmedidas y confiar en ellas a rabiar, porque luego si no se cumplen, y aunque se cumplan, nos venimos abajo emocionalmente. Supongo que el secreto es no dejarse hundir en la desesperanza e ir a por otras que compensen, porque haberlas siempre haylas...
“Las ilusiones perdidas son hojas, ¡ay!, desprendidas del árbol el corazón” Esto lo decía nuestro paisano Espronceda, pero, ¡claro! él era el paradigma supremo del romanticismo y todo lo veía con ojos sensibles de romántico enamorado. Por cierto, su mayor ilusión era ser correspondido por Teresa, su amante. Sin embargo ésta, a pesar de haber tenido a una hija clandestina con él, le abandonó por su legitimo marido. A la muerte de Teresa, y pasado el desconsuelo por su desaparición, le dedicó uno de los más sublimes cantos románticos de nuestra literatura, “A Teresa”... No tardó demasiado en reunirse con ella, allá, en el Paraíso de los amantes despechados..
Fijaros qué recomendación nos dio alguien una vez: “Nace y vive con ilusiones, pero muere con recuerdos, no con sueños” Personalmente creo haber entrado ya en está última fase.
Joaquín
No hay comentarios:
Publicar un comentario