sábado, 16 de enero de 2021

El culo más visto de la historia

                                                                                     



Muere el sol, quietud inmensa

se adueña de cuanto existe...

entonces una voz triste

susurra en mi oído: ¡Piensa!

Por fin, la noche, vestida

de luto, llena de encanto,

me cobija con su manto,

suspirando: ¡Duerme, olvida!

--Amado Nervo--



Heléne amó de veras a su marido, aunque era muy joven cuando él le pidió en matrimonio. Apenas dieciséis años tenía, mientras que él, ya viudo, acababa de cumplir cincuenta y dos..

¡Qué ilusión le hizo ver cómo se desvivía por ella, tan caballeroso, tan buen artista como era!. La había escogido entre un montón de chicas. Cualquiera de ellas se hubiera vuelto loca de alegría de haber sido las elegidas..

¿Qué vería en ella? Se preguntaba una y otra vez.. No sé, tal vez su juventud, sus largos cabellos rubios, sus grandes ojos azules, o su bondad, ¡vete a saber!.. 

Cuando su marido le habló de posar para un cuadro, ya de casada, la proposición le produjo una alegría inmensa, jamás lo había hecho antes, y eso que había visto a alguna chica entrar en su estudio y posar para él..

El cuadro quedó maravilloso, para su gusto. Se trataba de las Tres Las Gracias; las tres hijas de Zeus.. Aglaya (belleza) Eufrosine (júbilo) y Talia (abundancia).  Si os fijáis bien en el cuadro, Heléne era la rubia de la izquierda.

Fue el cuadro preferido de su marido por muchas razones. La que más, quizás porque estaba representada ella, Heléne. Siempre estuvo colgado en la habitación de matrimonio..

Cuando murió su marido, Heléne tuvo que subastar todas sus pinturas para sobrevivir. Pero de todas, quizás por el cariño que él le tuvo al lienzo, ésta fue la única que no quiso meterla en el lote; lágrimas le costó desprenderse de ella. Le hizo prometer al comprador que jamás se mostrara en público.

Heléne lloró a su marido.. ¡Oh, si le lloró de veras!.. Fueron muy felices!.. A pesar de estar ya viejo cuando lo conoció, aún tuvo tiempo y fuerzas para preñarla cinco veces. Se le murió en sus brazos..

Durante muchos años el cuadro decoró una estancia del antiguo Alcázar de Madrid, en privado. Hoy le ven el culo a Heléne todo el mundo en la sala Rubens del Museo del Prado. 

Si su marido, Pedro Pablo Rubens o ella misma, Heléne, levantaran la cabeza, se morirían del disgusto.

Joaquín


                         The Three Graces, by Peter Paul Rubens, from Prado in Google Earth.jpg    
Las hijas de Zeus (las tres gracias). La rubia de la izda. es Hélene. El cuadro mide 2.20 x 1.82 mts. y está en el Museo del Prado.

                                                                                        

                                                       


 

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