Para las mujeres, el mejor afrodisíaco son las palabras.
El punto G está en los oídos, y el que lo busque más abajo
está perdiendo el tiempo.
--Isabel Allende--
No sé si habrán oído hablar de la gran Lola Montes, la famosa bailarina y cantante del siglo pasado. A pesar de que ella aseguraba haber nacido en Sevilla, realmente lo hizo en Irlanda, aunque su madre era andaluza.
Lola era muy bella y ya desde pequeña se dio cuenta que podía sacar buen provecho de su maravilloso cuerpo. Tuvo infinidad de amantes. Gente importante de toda Europa se la rifaban, como el compositor Franz Liszt, Alejandro Dumas el escritor, o nada menos que el rey Luis I de Baviera, que se enamoró de ella hasta las trancas.
Pero no solo era bella, sino que fue mejor amante. Una vez ése rey le contó a un escritor amigo suyo que: “la Montes podía realizar milagros con sus partes intimas inferiores”. Se convenció de ello cuando logró que tuviese diez orgasmos en un periodo de veinticuatro horas.
Y mirad cómo se las gastaba la guapa Lola, que una vez rechazó acostarse con el virrey de Polonia, nada menos, porque tenia dentadura postiza. Y no le faltaba razón a la moza.
En fin..
Joaquín
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