Atiborrado de filosofía,
por culpa del afán que me devora,
yo, que ya me sabía
dos gramos de vivir, nada sé ahora.
De tanto preguntar
el camino a los sabios que pasaban,
me quedé sin llegar,
mientras tantos imbéciles llegaban.
--Amado Nervo--
Hay una cita muy famosa atribuida al gran filosofo Sócrates, el padre de todos los filósofos que en el mundo han sido, que dice: “En cuanto a mí, sólo sé que no sé nada”.. Tremenda frase. Contiene ésta en sí misma un mundo de sabiduría y humildad.
Sócrates estaba considerado el hombre más sabio de su tiempo, el tipo al que todos escuchaban con atención; al que más tenían en cuenta a la hora de aceptar y reconocer sus consejos, pero...
Sócrates, en su humildad, a pesar de estar en sapiencia muy por encima de los demás, se consideraba un individuo que no sabía apenas nada. Es decir, era consciente que un sólo hombre, en comparación con el universo, inmenso y desconocido; con la naturaleza y sus misterios indescifrables y ante la mente humana, tan compleja, es una mota de polvo, un ciego, un sordo a bordo de una barquichuela al albur de una tempestad en medio del océano.
Sandra Carey, famosa escritora norteamericana asegura.. “No hay que confundir nunca el conocimiento con la sabiduría. El primero nos sirve para ganarnos la vida; la sabiduría nos ayuda a vivir”...
Quizás acierten cuando dicen que tenemos la generación de jóvenes mejor preparada de la historia, es posible, pero yo les sigo echando en falta conocimientos generales e inocencia, mucha inocencia..
Los jóvenes fuentecanteños de mi época, es verdad que social y culturalmente estábamos a años luz de los ahora, apenas habíamos viajado y sólo nos comunicábamos con los del entorno, sin embargo estábamos sobrados de inocencia, de respeto a los mayores y de ansias de trabajar..
¿Sabéis cual era nuestro sueño?.. buscarnos la vida, crear una familia, y darles todo el cariño y bienestar que nosotros no tuvimos.. Y lo hicimos, y además muy jóvenes..
Joaquin Yerga
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