Vivir sin filosofar es, propiamente, tener los ojos cerrados,
sin tratar de abrirlos jamás.
--Descartes--
Estoy seguro que a muchos les asusta la palabra filosofía y sus derivados. No sé por qué pero me da la nariz que una mayoría de gente la asocia con razonamientos profundos y sesudas reflexiones y no están por la labor de perder el tiempo cavilando sin saber lo que uno se va a encontrar en sus propios pensamientos..
Pero todo el mundo hacemos filosofía de andar por casa a cada momento. Con nada que pensemos las cosas y actuemos en consecuencia estamos haciendo filosofía.. Según Fernando Savater, retoma esto de la filosofía con mayúsculas el que sufre algún percance personal grave, es decir, el que ha perdido un ser querido, el que ha fracasado en un proyecto empresarial, incluso a veces algún mal sueño o pesadilla hace que reemprendamos esto de pensar con otros ojos..
De todas formas sepan que la filosofía nos dota de herramientas necesarias o imprescindibles para la argumentación diaria, nos permite afrontar la vida con la distancia adecuada y nos sirve, además, para pensar mejor y con más calidad. La filosofía como maestra suprema del humanismo convierte al que la estudia en un ser más civilizado, sociable, empático, prudente y con su vida permanentemente sometida a examen por el mismo... Una vida sin examen no merece ser vivida, decía Sócrates..
Háganme caso, pensemos un poco, la vida aunque sabemos que es muy corta y a menudo dura, es un milagro de la naturaleza y si nos han dotado de un cerebro tan especial debe ser precisamente para eso, para reflexionar, razonar y vivir en armonía entre cuerpo y alma. Si hubiésemos venido al mundo solo para darle gusto al cuerpo no tendríamos necesidad de ésta prodigiosa mente; haríamos como los cerdos, comer y dormir.
Joaquín
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