viernes, 29 de enero de 2021

Viudo, sesentón y con ganas de sexo

                                                                                   



Verano

Mayo recoge el virginal tesoro;

desciñe Flora su gentil guirnalda;

la sombra busca el manantial sonoro

del alto monte en la risueña falda;

campos son ya de púrpura y de oro

los que fueron de rosa y esmeralda;

y apenas riza su corriente el río

a los primeros soplos del Estío

--José Selgas-- 



Isabel la Católica no era muy alta. Sí rubia y de ojos azules. Estos rasgos nórdicos lo heredó de su madre que era guapísima.. ¡Ah!, y esa fama de cochina que le pusieron quitárosla de la cabeza, jamás lo fue.

Para guarro su marido, Fernando. ¡Uy, si yo os contara!. Que se lo digan a ella cómo era en la intimidad, y en lo del sexo ¡Un descuidado de cojones! ¡Y mujeriego!.. Dispuso el mamón de amantes a su antojo; incluso tuvo hijos con otras, lo sé.... 

Cuando ella se enteraba que le había puesto los cuernos, se enfadaba con él durante semanas, sin hablarle y sin permitirle nada de sexo. A dos velas lo tenía mientras le duraba el enfado... de poco le servía, ni puto caso le hacía el muy cabrito..

Por cierto, cuando la enfermedad se adueñó de ella y murió, (lo sé porque yo la cuidé hasta el final) ¿Sabéis cuánto la echó de menos Fernando? ¡Ni pizca!. La sobrevivió doce años y siguió el capullo dale que te pego con otras, obsesionado con lo del sexo.

Yo ya no pude verlo porque me fui de su lado en cuanto murió Isabel, pero sé que a Fernando le  buscaron una jovencita, Germana, para “pelar la pava”. Se casó con ella, pero no pudieron tener hijos. Lo siento por lo que voy a decir, pero yo sé que Isabel se hubiera alegrado desde el más allá: "al viejo verde ya no se le empinaba ni a la de tres".. Y no será porque no le dieron ungüentos, pócimas y demás jarabes para preñarla, pero nada, aquello ya no se levantaba como antes.

Me llamaréis cotilla, pero en su familia se dio hasta un caso de incesto. Si, y menos mal que ella ya no vivía para verlo. Su nieto, Carlos V (16 años) hijo de su hija Juana, que no estaba tan loca como han dicho por ahí, siendo mozalbete todavía, se acostaba con su abuelastra Germana (29 años), incluso parieron una hija, Isabel le pusieron. ¡Tuvieron la desfachatez de llamada igual que ella!.

No sé si os he dicho que yo soy Beatriz de Bobadilla, consejera y amiga íntima de Isabel de Castilla, que pasó a la historia como Isabel la Católica, y junto al golferas de su marido Fernando, los Reyes Católicos. 

Perdonadme por sacar a relucir los trapos sucios de la familia, pero sigo muy cabreada con el tipo ese, Fernando, que tan mal se portó con mi amiga Isabel..

Joaquín 

                                                                          

                                                            Isabel la Católica

                                                                              

                                                  Fernando el Católico


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