Blancas manos de ensueño que cuidasteis
del jardín de mis últimos amores,
¿por qué, por qué dejasteis
secar las ramas y morir las flores?.
¡Oh, pobre jardinera,
hoy vagas por el parque silenciosa,
como un fantasma de la primavera
sin tener una rosa
con que adornar tu negra cabellera.
--Francisco Villaespesa--
En esta vida quien no tiene enemigos es muy posible que tampoco tenga amigos. Si nadie te odia tanto como para ser considerado enemigo tuyo es que pintas poco, o apenas sales de casa.
Si uno interactúa medianamente en sociedad, sale, tiene amigos o conocidos y presume de no tener enemigos, entonces es que jamás dice la verdad o no ama la justicia, porque ocasiones habrá tenido de defender apasionadamente causas que él crea justa.
No hay más que ver en la política la cantidad de amigos que se pierden a la par que enemigos se ganan si uno toma partido por algo.
Tener enemigos llevaderos con los que relacionarse no siempre tiene porqué ser malo. Ya lo dijo Antistenes: “consulta el ojo de tu enemigo, porque es el primero que ve tus defectos”
Los amigos van y vienen pero los enemigos se acumulan, decía también no sé quién. Y es que los enemigos son para siempre.
En cualquier caso tenemos dos opciones que plantearnos con nuestros más feroces enemigos..
“Al enemigo ni agua”, como se dice siempre, o hacer como dijo Oscar Wilde, “Perdona siempre a tu enemigo. No hay cosa que le enfurezca más.”. Desde luego, ésta última es más inteligente..
Por cierto, ¿A quién creéis que podemos considerar el enemigo número uno de Fuente de Cantos?.. Es por decir algo.. Aunque decir rival quizás sería más apropiado..
¿A Monesterio? Por cercanía, tamaño y geopolítica lo podríamos considerar nuestro principal competidor, pero realmente es nuestro hermano sufridor. Los mismos problemas que nosotros sufre, despoblación y cierto abandono, aunque voten de manera diferente..
¿A Zafra?.. Pues sí, a ella le debemos nuestro desierto industrial y comercial.. Tened en cuenta que, por población y tamaño, Fuente de Cantos merecería tener más almacenes, más talleres y más comercios, pero.. amigos, todo se lo lleva esa ciudad insaciable que absorbe todo lo próspero que gira o surge a su alrededor..
A Zafra vamos todos a comprar.. ¡Y así no hay manera!..
Joaquín
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