Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Escribir, por ejemplo: La noche está estrellada
y tiritan, azules, los astros, a lo lejos.
El viento de la noche gira en el cielo y canta.
Puedo escribir los versos más tristes esta noche,
ella me quiso, a veces yo también la quería.
--Neruda--
La meta final de la comunidad científica es conseguir la vida eterna. Sí, ese es el fin. Claro, que dudo que lo consigan algún día, pero vamos por buen camino, sin duda.
Fijaos si vamos mejorando, que hace apenas un siglo siglo la gente moría de infinidad de enfermedades de todo tipo, sobre todo infecciosas. Como no existían los antibióticos, cualquier rasguño un poco serio en el cuerpo era susceptible de gangrenarse, y había que amputar a lo bestia.
Apuesto que nunca habéis mirado las guerras desde el siguiente punto de vista: Pues resulta que en cualquier batalla de las de entonces las amputaciones eran masivas.
Por ejemplo, a la mañana siguiente de la batalla de Waterloo (que perdió Napoleón en 1815) junto a los hospitales de campaña se formaron verdaderas montañas de brazos, manos, pies y piernas de los supervivientes serradas sin contemplaciones, y sin anestesia. Los carpinteros y carniceros eran muy apreciados en los ejércitos porque cortaban los miembros dañados de maravilla.
En las próximas guerras, con Putin cerca del botón nuclear y con las bombas modernas, ya no habrá miembros que amputar, directamente nos volatilizaremos.
En fin
Joaquín--
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