Tu voz parece de otro tiempo
ya no tiene aquel tono cálido
de antes, ni la complicidad
de siempre, sólo son palabras
y su afecto es ahora discreto:
En tus mensajes ya no hay mensaje
--Francisco Gálvez--
--Si yo te pidiera, amiga, el nombre del tipo más cruel jamás habido nunca, casi sé cual me ibas a decir. Tendrías que elegir entre los dos o tres especialmente sanguinarios que me imagino pero, ¿y si es mujer? Sí, que me digas la mujer más terrible y brutal que ha existido.. jeje, aquí te pillo, ¡a que sí!--
--Uy, pues así a bote pronto no se me ocurre ninguna, señal de que no han habido muchas-- -contestó ella sonriendo-- -¿Cleopatra? ¿Lucrecia Borgia, tal vez?--
Estaba ella trajinando en la cocina. Yo desde la puerta le hablaba con una revista en la mano. En ella había leído el articulo del que pretendía contarle algunos detalles. Acababa de comprarla en el quiosco y había subido a su casa a dársela, era un encargo suyo..
--Pues no, no das una, amiga Isabel, le dije sonriendo. Mira lo que dice la revista-- -le dije mostrándole la pagina donde aparecía el articulo-- -la tía más horrible que ha existido es una tal Elizabeth Báthory, una tipa excepcional, pero no por su belleza o bien-hacer, sino por lo cruel de su alma--
--Ummmm, nunca había oído hablar de esa dama, cuéntame, aunque tampoco me lo digas todo que para eso compro la revista, para leerla yo-- --se explayó riéndose--
--Esa psicópata mujer-- -proseguí-- -muy poderosa en su comarca, ordenaba a sus sirvientes asesinar a chicas jóvenes de la zona, muchas de ellas empleadas suyas. Y, fíjate, antes de expirar las pobrecillas y aún calientes, las desangraban, y con éste liquido vital se bañaba la muy... condesa, porque era condesa, un par de veces a las semana--
--¡Madre mía!, que loca, ¿no?-- -soltó indignada mi amiga
--Sí, la tipa, en su desvarío narcisista-- -le contaba a Isabel mientras iba leyendo el articulo- -había oído decir a santeros que la mejor manera de mantener la piel joven era hacerlo así.. Despues de mucho tiempo efectuando esta ignominia, la pillaron “in fraganti”. Se le acusó de haber asesinado a más de trescientas chicas, en veinte años, para satisfacer su vanidad--
--¡Dios mío, era una psicópata entonces, como tú dices!-- -contestó Isabel irritada-- -¡pobres chiquillas!--
--Mira, te cuento rápido el final. Luego lees tú los detalles-- -le advertí, con la intención de ir acabando-- -la tía sólo permaneció cuatro años en la cárcel, murió allí mismo. Se ignora si tenía la piel tersa cuando expiró, aunque te puedes imaginar su cara dura.. Los habitantes de la comarca se negaron rotundamente a que esa infame mujer fuera enterrada en sus dominios.--
Con las mismas, le dejé la revista encima de la mesa y la dejé con su ajetreo. Por cierto, abandoné la cocina con sentimiento, pues la paella que estaba haciendo olía de maravilla.. Y se lo dije mientras me despedía. Ella me sugirió que me quedara a comer que su marido estaba al caer.. Le di las gracias, pero tenía una cita..
Joaquín
La pérfida Elizabeth Báthory
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