Últimos días en el Pueblo..

                                                                                      

Blancas manos de ensueño que cuidasteis

del jardín de mis últimos amores,

¿por qué, por qué dejasteis

secar las ramas y morir las flores?.

¡Oh, pobre jardinera,

hoy vagas por el parque silenciosa,

como un fantasma de la primavera

sin tener una rosa

con que adornar tu negra cabellera.

--Francisco Villaespesa--

No salimos de una cuando ya entramos en otra. Resulta que, para el año 2084 ya se habrá ido este virus que nos asola pero, ¡pásmense!, el 23 de septiembre de ése año un asteroide de tamaño medio puede impactar contra la Tierra..

Se trata de una roca de unos catorce kilómetros de diámetro que vaga errante por el espacio infinito dando vueltas alrededor del Sol en una órbita gigantesca.. Cada cientos de años pasa cerquita de nosotros y para esa fatídica fecha, por efecto de la gravedad terrestre, puede desviarse y chocar contra nuestro planeta.. ¡Dios nos coja confesados!.. A los de mi generación nos da un poco igual, ya no estaremos aquí, pero..

Según los astrónomos que siguen el caso las posibilidades de impacto son de 147 a una. ¡Pues no crean que es poco sabiendo lo que nos jugamos!.. No es que sea muy grande el meteorito pero la velocidad que trae puede causar estragos.. Algunos astrónomos ya han puesto el reloj a cero.. Mirad... Corre el tiempo..

Suponed esa fecha.. Faltan ya pocos días para que impacte el meteorito ¿Se imaginan cuando llegue el momento y no tengamos posibilidades de salvarnos? Reconozco que no lo he pensado mucho, pero habrá que empezar a hacerlo. ¡Debe ser horrible!.. ¿Qué haremos los 8.500 millones de seres que habitamos este sufrido planeta? ¿Nos olvidamos de las diferencias raciales, económicas, políticas y sociales que tanto nos fascinan y entretienen y nos lanzamos al desmadre?... Pues no diría yo que no. Os recuerdo que aún llevamos dentro el animal que siempre fuimos..

Ya no hay solución.. Piénsenlo.. ¡Nos quedan sólo cinco días de vida!. En las grandes ciudades debe ser apocalíptico: Saqueos, violaciones, robos, asesinatos; cientos de miles de individuos dando rienda suelta a sus instintos asesinos con nocturnidad y alevosía. ¡Apocalíptico panorama!..

Imagino también Fuente de Cantos en esos caóticos últimos días.. Fijaros.. ¡Las campanas de la torre tocan sin cesar!.. ¡Tañen el bronce con sonido a muerto!. Alguien ha subido hasta ellas; no teme desaprovechar sus últimos días de vida..

El ambiente en el pueblo es lúgubre, siniestro, triste.. Veo a mujeres y hombres abrazados a sus retoños llorando desesperadamente en sus casas. Las puertas de la Parroquia y de la Hermosa están abiertas de par en par mientras decenas de mujeres enlutadas entran y salen con la cara de espanto reflejadas en sus rostros. Desde el púlpito el cura arenga a la multitud congregada. Con el ceño fruncido, señala y amenaza con su dedo índice a los asustados feligreses; les conmina a rezar y pedir perdón por los muchos pecados cometidos

Al son de unos tétricos cánticos religiosos sube por la calle Llerena una procesión con el Cristo Crucificado; un grupo de hombres llorando portan la efigie. Se cruza, a la altura del Zaguan de la Plata con otra de mujeres que baja con la virgen de la Hermosa a cuestas. Suplican piedad a la Madre de Dios. Algunas, visiblemente afectadas, se rasgan sus vestidos mientras gritan al unísono ¡Misericordia!.¡Misericordia!..

Por calles oscuras de Cuatro Caminos y callejones solitarios del Caño y del Canal grupos de jóvenes casi borrachos y “ciegos” de mariguana han dejado su último Botellón y se entregan a orgías desenfrenadas; fornican sin parar, ¡y discuten!, ¡y pelean!, ¡y se apalizan!. Son conscientes del poco tiempo que les queda y quieren aprovechar.. A lo lejos, en la carretera, se oye derrapar algún coche que otro de alta gama; posiblemente robado a su legítimos dueños. Alguien que huye después de cometer alguna fechoría..

El pueblo está revuelto y trágicamente efervescente; ¡Ya no hay tiempo! ¡No hay solución! ¡Esto se acaba!. Por el Calvario algún pendenciero que se la tenia jurada aprovecha el dislate y acaba de matar a palos a un odiado enemigo. 

Los bares y las tiendas están saqueadas. Algunos glotones henchidos de gula zampan los manjares que soñaron, y robaron ¡Ya da igual engordar.! Y hasta violadores y depravados acechando en la oscuridad de la Plaza o la calle Martinez se lanzan a por asustadas chicas que gritando buscan a sus madres en la Iglesia o procesión.. ¡¡Esto es el fin!!..

Hace ya dos días que los policías municipales han huido a sus casas a proteger a sus familias, ¡No hay control ni seguridad!.. Incluso los guardias civiles desbordados ya por el terror han desertado del cuartelillo. ¡Ya no queda nada!. ¡Se presagia el final!.. ¡¡¡Qué horror!!!...

Joaquín