Te vi un punto y, flotando ante mis ojos,
la imagen de tus ojos se quedó,
como la mancha oscura orlada en fuego
que flota y ciega si se mira al sol.
Yo sé que hay fuegos fatuos que en la noche
llevan al caminante a perecer;
yo me siento arrastrado por tus ojos
pero adónde me arrastran, no lo sé.
--Bécquer--
Los Homo Sapiens (es decir, nosotros) de tez oscura y aspecto negroide, fuimos saliendo de África y nos extendimos por toda la tierra.. A Europa llegamos hace tan solo 40.000 años y, debido a la falta de sol, con el tiempo se nos blanqueó la piel... pero..
--¿Qué cómo hemos llegado a ser los amos del mundo?--
Pues mirad qué curioso..
Cuando aún éramos casi simios allá en África, hace 2,5 millones de años, ya teníamos el cerebro bastante grande para nuestro tamaño. El hecho de ponernos de pie, (a dos patas en vez de a cuatro como íbamos antes) nos hizo liberar las manos y comenzamos a fabricar rudimentarios utensilios. Esto hizo que desarrolláramos la inteligencia..
Por desgracia, a las mujeres erguirse os vino fatal, se os estrechó las caderas y el canal del parto se comprimió.. ¡parir se os hizo insufrible!.
Fijaos: el cerebro de un humano normal supone el 3% del peso corporal, pero consume el 25 % de la energía... ¡Imaginaos entonces hace esos 2,5 millones de años!.. Con ese pedazo de cabeza que teníamos y destinando gran parte de la energía al cerebro, los músculos se nos atrofiaron, impidiéndonos competir en la caza con los grandes felinos.
De tal forma fue así durante esos dos primeros millones de años, que los Homos (nuestros antepasados) a pesar de tener mayor cerebro, sólo estaban en medio de la cadena alimentaria; aun tenían que esperar a que los leones terminaran de papear la pieza cazada para acercarse a carroñar.
Pero esto cambió hace unos 100.000 años. A partir de ahí escalamos a la cima de ésa cadena; la invención del fuego pudo ser determinante en esa evolución...
El fuego nos cambió. Ya podíamos comer alimentos variados: los dientes se nos hicieron más pequeños (no hacía falta masticar tanto) el intestino se acortó y necesitábamos menos tiempo para hacer la digestión. Con todo esto, al cerebro llegaba la energía que necesitaba..
Y así, lentamente nos fuimos haciendo más inteligentes, y prosperamos, y tanto es así que, ¡quizás muramos de éxito!..
Por cierto, en Fuente de Cantos hemos tenido gente que, por lo que se ve, debieron tener el cerebro más desarrollado que el resto. Sí, tipos que han destacado por encima de los demás y ha triunfado por ahí, por éste ancho y tortuoso mundo..
Os cuento..
Además de Zurbarán y de Nicolás Megía, nuestros dos personajes más famosos, también tuvimos obispos, y deanes, y condes, y fiscales del Santo Oficio y...
Mirad lo que he extraído de un libro de José Lamilla:
--Juan Escobar del Corro, fuentecanteño, profesor de derecho, consejero en la Corte, casi Obispo. Cofundador del Convento el Carmen, aquí está enterrado. En 1974 su cuerpo aún estaba perfectamente conservado..
--Alonso del Corro Guerrero, fuentecanteño, huérfano desde muy niño. Fue criado por las monjas del convento. El rey Felipe V a su paso por Fuente de Cantos le concedió el título de Conde de Montalbán. Dejó todos sus bienes al convento.
--José Mauricio de Chaves, fuentecanteño, conde de Chaves, caballero de la orden de Carlos III. Fue todo un personaje en América...
--Manuel Acuña y Bayón, fuentecanteño, presbítero, deán de Manila y de Cádiz, apodado "el cura talento". Éste fue, quizás, uno de nuestros más ilustres paisanos y también uno de los más desconocidos.
Manuel Jesús García Garrido, fuentecanteño, nacido en la calle Clavel, toda una autoridad en derecho romano. Llegó a ser Rector Magnífico de la Universidad a Distancia..
En fin, hemos tenido muchos más fuetecanteños sobresalientes, pero seguiremos otro día con ellos..
Joaquin
Plaza del Ayuntamiento
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