¡Con ella todo; sin ella nada!
¡Para qué viajes, cielos, paisajes!
¡Qué importan soles en la jornada!
Qué más me da
la ciudad loca, la mar rizada
el valle plácido, la cima helada,
¡si ya conmigo mi amor no está!
Qué más me da
Venecias, Romas, Vienas, Parises,
bellos sin duda; pero copiados
en sus celestes pupilas grises,
¡en sus divinos ojos rasgados!
Venecias, Romas, Vienas, Parises
qué más me da..
--Amado Nervo--
Decía Woody Allen un poco en broma, “Cada vez que escucho a Wagner me entran ganas de invadir Polonia”.. Para el que no capte la indirecta, la música de Wagner es conocida por representar las más genuinas esencias patrias alemanas, y ya sabemos qué hizo no hace mucho el patriotismo alemán en la Segunda Guerra Mundial, pues entre otras barbaridades invadir primero Polonia y luego Checoslovaquia..
Salvando las enormes distancias así como las intenciones de Woody Allen, a mi no me dan ganas de invadir nada, pero no puedo evitar emocionarme cada vez que escucho la canción “My way” (A mi manera) de Frank Sinatra.. Mientras escucho esta hermosa canción de fondo y una leve conmoción sacude mi cuerpo, mirad lo que pienso...
Pienso que la letra de la canción ensalza el orgullo y amor propio de los individuos hechos así mismos. Esos que son capaces de afrontar la vida sólo con su esfuerzo y que, sin pedir nada a nadie, salen airosos del trance.. Alude el argumento a tipos y tipas tenaces, atrevidos que dan mil vueltas a la vida, de tal forma que, al final de ella pueden mirar atrás con la cabeza bien alta. Y es que, con sus momentos buenos y no tan buenos han hecho lo que han querido, y a su manera.. La canción es un canto a la individualidad, un alegato a la manera de vivir americana, en donde lo privado, lo particular y el esfuerzo, es el leiv motiv que mueve el mundo.. En fin, cuestión de gustos..
Joaquín
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