Soy el pájaro lírico; yo estuve
en una jaula, la ciudad, hoy vuelo
sin trabas, como el cóndor y la nube,
por el mar, por la tierra y por el cielo.
Ayer en mi prisión ruidosa y vasta
hondamente canté mis propias penas,
mis decepciones y mis iras, y hasta
mis otras desventuras, las ajenas.
Entonces fue mi canto un gran gemido,
mas hoy, que libre el firmamento sondo,
de las miradas del burgués me escondo,
y cuelgo el nido al aire, así canto más hondo.
--Julio Flores-- (siglo XIX)
¿No creéis, como yo, que nos estamos alejando de Dios, que no tememos a la muerte, que un materialismo nato nos invade, que un ansia de vivir en el placer nos domina, y que la verdad y la razón nos importa un comino?
Yo si lo creo, y creo que hemos cambiado las prioridades de antaño. Ésta sociedad nuestra, tan descreída de la religión, antes no era así, ¡claro!..
Lo del poco miedo a la muerte (una de las novedades de este siglo) no me extraña que así sea; nada queremos saber de ella. Pero recordad a nuestros antepasados y qué íntimamente ligados estaban con ella. No en vano cada poco moría alguien joven y no joven de la familia...
¿Y lo del placer? Pues es lo que buscamos constantemente. Todo nuestro afán en esta vida es pasarlo bien y disfrutar como sea. También os digo que ésta bicoca antiguamente era impensable, ¿Quién se iba a preocupar de divertirse si apenas había medios ni tiempo para sobrevivir?...
Por último está lo de la razón y la verdad.. Y digo yo, ¿Si al siglo XVIII se le llamó el "siglo de las luces" o de la razón, precisamente porque se abandonó la idea de la superstición, el ocultismo y el miedo al más allá como culpables de todo lo que pasaba, qué no llamarán a este incipiente siglo XXI?. ¿Quizás el siglo de la posverdad, o el de insustancialidad?. Pues no diría yo que no..
En fin..
Joaquín
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