Semos probes, hija mía, porque dicen
que son probes los que no tienen dinero:
semos pobres, semos probes, ¡qué sé yo!
Eso dicen de nosotros, dicen eso.
Quiere a un hombre de redaños que te quiera,
quiere a un hombre con agallas de los nuestros,
de estos hombres que dispiertan las gallinas
cuando salen con los burros del cabresto,
y en el campo despabilan las alondras
agachás entre los surcos del barbecho,
que esparraman sus chillios de amor cuando
viene el sol agateando por los cerros
y se ahuyentan las neblinas y se apagan
las estrellas y la luna y los luceros.
Quiere a un hombre sin fanfarrias que te diga
los sentires que se jinchan mu padentro
hasta cuando revientan en paliques
que los ojos arrrebuscan en el suelo.
Quiere a un hombre, de esos hombres
ya curtíos por los fríos del invierno
y tostaos por el sol del mediodía,
y bañaos por las aguas de febrero.
--Luis Chamizo-- (poeta extremeño)
Y tuvimos otro convento en Fuente de Cantos, si, además del Carmen y el de San Diego, el de Nuestra Señora de la Concepción de Hermanas Franciscanas Concepcionistas, levantado hacia 1515 fuera del casco urbano, en San Juan. Allí queda aún su ermita.
Pero al final del siglo XVI, por motivos que se desconocen, abandonaron San Juan y se trasladaron a la calle Olmo, en el centro de la villa, a lo que ahora es la Casa de Cultura y parte del Centro de Salud. A lo largo de esa centuria y de la siguiente levantaron naves y las fueron sometiendo a diversas obras de reparación y mejora.
En el año 1837, debido a las leyes de desamortización del gobierno, las monjitas tuvieron que salir de allí y el convento desapareció como tal, incluido todo su contenido mueble, luego se reutilizó como cárcel y salón de actos.
Hoy sólo resta la iglesia, sin culto, llamada Iglesia de la Pura y Limpia Concepción de María, si bien sometida a una discutible modificación hace unos años, se presenta como un equilibrado templo con una única y airosa nave de 22 metros de largo por 7 de ancho. Se cubre la nave con bóveda de cañón con dobles fajones y lunetos de triple trazado, lo que proporciona a las superficies una atractiva animación. A los pies se ubica el coro, que ocupa el primer tramo de nave.
Desde arriba, el exterior del convento se ve en forma de un enorme cajón con cimborrio cuadrangular coronado por linternillo ciego. La espadaña consta de tres huecos, dos cuerpos, siendo sus superficies muy quebradas por frisos, cornisillas y aletones.
Joaquín.
Mirad qué fotos del antiguo convento..
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