domingo, 10 de abril de 2022

Camino a la perdición

                                                                                 



El tiempo es oro mujer,

yo no lo puedo perder

en pedir ni en esperar.

Sé mía si lo has de ser;

si no, déjame marchar;

que el tiempo es oro mujer.

--Juan J. Llovet-- 



Creemos todos, y con razón, que los hombres actuales en nuestro endiosamiento y soberbia evolución hacia la excelencia, estamos exterminando la vida salvaje y el espacio natural de la tierra, pero esta aniquilación no es nueva, en cuanto aparecimos allá por el África oriental hace 250 000 años comenzamos la destrucción.

Fijaos qué cifras hemos modificado los hombres: de todos los grandes mamíferos que había en el mundo sólo sobrevivieron apenas un 30%, en cuanto fuimos capaces de organizarnos. Y eso ya antes de inventar la agricultura. 

En Alemania, que fue donde se ideó lo de Caperucita Roja, y el Lobo feroz, (de allí eran sus autores, los hermanos Grimn) apenas quedan unas docenas de lobos. Pero, eso sí, hay la friolera de 8 millones de perros domesticados. 

Y seguimos con las paradojas. Tan sólo unos 35.000 leones subsisten en libertad en la tierra; a cambio tenemos 600 millones de gatos. 700.000 búfalos salvajes en la tierra frente a 1.500 millones de vacas. O unos cuantos millones de pingüinos y la friolera de 20.000 millones de gallinas.

En fin, se ve que nos hemos movido, y no para bien precisamente en estos pocos milenios que llevamos en el planeta. Menos mal que acabamos de abrir los ojos y ya estamos haciendo mejor las cosas.

Joaquin 




No hay comentarios:

Publicar un comentario