Cupido golpeó mi puerta
y su golpe atraviesa temblando la casa desierta,
--Voy, mi amor--
¡Con qué afán mis deseos bajaron a abrirle!
--Entra, amor, francas tengo las puertas para recibirte--
¡Todo el día arreglando mi casa desde muy temprano,
para que todo resultara digna del gentil tirano!
Las estancias recogen el ánimo de pulcras y olientes.
He colmado los viejos tibores de flores recientes,
y por dar a su carne rosada reposo y provecho,
con plumón y con cándidos linos conforté mi lecho.
--¡Te esperaba!--
A mi ruego devoto fue blando el Destino,
con las rosas primeras del año te alfombré un camino,
y en la arcada de piedra musgosa que marca el lindero,
bajo un verde festón del follaje, colgué este letrero...
---Te quiero--
(Tomás Morales, siglo XIX)
Decía el sabio chino Confucio, que en el mundo cada cosa tiene su belleza pero no todos pueden verla.
Pero, ¿existen unos cánones de belleza universales, unas normas que, aunque cambiantes según civilizaciones y épocas haberlas haylas?. Me temo que sí, querámoslo o no..
Claro, que también quedó dicho el famoso poeta maldito Baudelaire, autor de “Las flores del mal” que: La irregularidad, lo inesperado, la sorpresa, lo asombroso, constituye una parte esencial y característico de la belleza.
Siguiendo los consejos de Baulelaire habremos de reconocer que el expresionismo, el cubismo o el surrealismo, es parte de la belleza. Sí, porque ya no sólo era bello lo real y perfecto, sino que entró en escena lo raro, los sorprendente o lo extraordinario. Y tendremos que darle la razón..
La belleza es un estado de ánimo, también nos dijo una vez Emile Zola, famoso escritor y periodista francés del siglo XIX. Y tal vez sea verdad. Estando uno de buen ánimo todo nos parece bello. Mirad si no las fotos de abajo de nuestro pueblo..
En fin..
Joaquin
calle Gravina, ayer
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