¡Qué descansada vida
la del que huye del mundanal ruido
y sigue la escondida
senda, por donde se han ido
los pocos sabios que en el mundo han sido!
--Fray Luis de León--
Supongo que la maldad en el mundo tiene que existir. Más que nada como contrapunto al bien; porque tiene que haber de todo.
Reconozcamos que el mundo sería muy aburrido si no hubieran malos. Sí, tipos malvados, aunque hagan mucho daño.
Decía Jacinto Benavente, ese estupendo dramaturgo de principios de siglo, que lo peor de los malos es obligarnos a dudar de los buenos. Estoy de acuerdo con D. Jacinto, quizás eso sea lo más desolador de todo esto, hacernos entrar por el aro de sus maldades..
Al hilo de esto último, también nos recordaba el filoso griego Demócrates: Todo está perdido si los malos sirven de ejemplo y los buenos de mofa.. No sé por qué, pero esto me recuerda mucho a nuestra rabiosa actualidad.
William Faulkner, el famoso escritor y guionista americano, dijo una vez: Se puede confiar en las malas personas, no cambian jamás. Claro, que ahora sólo falta descubrirlas.
No obstante lo peor de todo, lo que de verdad da miedo es lo que una vez sentenció el gran Albert Einstein: El mundo no está amenazado por las malas personas, sino por aquellos que permiten la maldad.
O lo que es lo mismo: no es excesivamente peligroso que haya malos, no habrá tantos, pero si los buenos (que si son mayoría) permiten la maldad de esos pocos malos, entonces si que estamos perdidos.
En fin..
Joaquín
No hay comentarios:
Publicar un comentario