No extrañéis, viejos amigos,
que esté mi frente arrugada;
yo vivo en paz con los hombres
y en guerra con mis entrañas.
--A. Machado--
En una fecha tan lejana como en el año 240 a.c. Eratóstenes, un tipo listo; uno de los sabios más eminentes de la antigüedad, griego para más señas, estaba de vacaciones en Asuan, (Egipto).. Y precisamente en ése año, verano y solsticio para más inri, se le ocurrió una idea..
Eran las doce del mediodía, el sol estaba en lo más alto y no daba sombra. Esto ocurría en Asuan. Pero él sabía que en Alejandría, a unos cientos de kilómetros al norte de allí, el sol aún no había llegado al cenit y daba algo de sombra, así que midió el angulo del sol y la distancia entre las dos ciudades y aplicó unos pocos conocimientos que había adquirido en el bachillerato y, ¡aleluya!, calculó la circunferencia de la tierra.
Aunque el resultado de sus cálculos difiere apenas nada de las medidas reales que ahora sabemos, nadie nunca le hizo caso. Pasamos dos mil años sin saber el tamaño de la tierra y ni tan siquiera si era redonda, (hasta que Magallanes dio la vuelta al mundo) por no atender a Eratóstenes. En fin..
Poco después, el tipo, con parecidos procedimientos calculó la distancia del sol a la tierra y falló por unos pocos kilómetros.. Lo que son las cosas..
Joaquín
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