domingo, 25 de octubre de 2020

Mis ocho apellidos extremeños

                                                                            




A veces nuestros labios, como locas

mariposas de amor, se perseguían;

los tuyos de los míos siempre huían,

y siempre se juntaban nuestras bocas.

Los míos murmuraban: ¡Me provocas!

Los tuyos: ¡Me amedrentas!, respondían;

y aunque siempre a la fuga se atenían,

las veces que fugaron fueron pocas.

--Manuel Ugarte--



Supongo yo que llegaría el día en el que éramos tantos en el mundo que necesitaríamos algo muy particular cada uno para poder distinguirnos de los demás. ¡Y se inventaron los apellidos!. Si, ese segundo nombre que nos diferencia a cada uno de nosotros, y del que, por cierto, tan orgullosos estamos todos, aunque nos apellidemos Rufián..

El primer pueblo que utilizó los apellidos fue el chino, y lo hizo en fecha tan remota como el año 2800 a.c. Y todo gracias a un decreto del emperador, Fushi, que obligó apellidarse a todos.

Y qué curioso, los chinos llevan tres nombres. El apellido se coloca en primer lugar, procede de las 438 palabras que componen el poema sagrado Po-Chia-Hsing. 

Al apellido le sigue el nombre de la generación, tomado de un poema de 30 caracteres adoptado por la familia. El último que se coloca es el nombre dado a la persona. Por cierto, los nombres más habituales en china son: Wang (amarillo) Ya (bajo) o Chan (viejo): Con lo que un nombre cualquiera podría ser, Po Li Ya. 😆😆😆

La mayoría de los apellidos españoles son de origen patronímico (de padres) y toponímico (de lugar). Así, antes de hacerse los apellidos hereditarios, solía usarse el nombre del padre, pero añadiendo el sufijo Ez, (hijo de..) Por ejemplo, si el padre se llamaba Sancho, el hijo tomaría el apellido Sánchez, (hijo de Sancho). ¡Mira por donde, ya sé que había un Sancho en mi familia!.. Bueno, y un Rodrigo, y un Martín y un...

Los apellidos alemanes derivan de oficios o de formas descriptivas, Klein (pequeño) Gross (grande) Kreuser (pelo rizado). Los daneses, patronímicos: al hijo de Jorge Petersen se apellidaría Jorgensen. Los checos de apodos: Hovorka (el que habla demasiado) Kostal (el que vivía en un campo donde se habían cortado coles). Los escoceses, sin embargo, como eran muy de clanes adoptaban el Mc y luego el nombre del clan, por ejemplo John McGuire (Juan, del clan de los Guire). 

En definitiva, el problema no es apellidarse Rufián, sino hacer el indio como lo hace él. Eso sí, un indio muy bien pagado. 😅😅😅

--Joaquín--








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