Tus ojos y mis ojos se contemplan
en la quietud crepuscular.
Nos bebemos el alma lentamente
y se nos duerme el desear.
Como dos niños que jamás supieron
de los ardores del amor
en la paz de la tarde nos miramos
con novedad de corazón.
Me sabes tuyo, te recuerdo mía.
Somos el hombre y la mujer.
Conscientes de ser nuestros nos miramos
en el sereno atardecer.
--Manuel M. Moure--
11.300 fuentecanteños llegamos a vivir y convivir en el pueblo; es la cifra más alta jamás registrada. Se dio a finales de los treinta, justo antes de la Guerra Civil. Después vino el tremendo desgarro de la emigración que empezó en los cuarenta y que se acentuó en los sesenta y setenta. Ahora somos 4.636 habitantes.
En 1924 (hace cien años) nacían en el pueblo una media de 400 bebés al año ¿os imagináis?.. Hoy a penas pasan de la treintena.
Claro, que todos los bebés que nacían hace cien años, un tercio de ellos morían antes de cumplir los diez años. La friolera de unos 180 entierros de niños se podían haber organizado un año de aquellos cualquiera. Las enfermedades infecciosas y digestivas hacían estragos. De colitis fallecían casi la mitad
Por aquellas fechas (a principios del siglo XX) la edad media de morir un fuentecanteño era de unos 55 años. No os extrañéis, pues, que la mitad de los niños de la época no llegaran a conocer a sus abuelos ni que en los casamientos fueran de padrinos los padres (ya habían muerto)
¿Apellidos? Estos eran los más abundantes en aquella época: García, González, Yerga, Domínguez, Matamoros, Ledesma, Parra, Navarro, Pagador, Lebrato, Magro, Trigo, Galvan, Balsera, Duarte...
Por cierto, Fuente de Cantos es el único pueblo de Extremadura con dos fiestas declaradas de Interés Turístico Regional, San Isidro y la Chanfaina..
Joaquín
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