El ocaso de los fuertes
Aquellos
que vuelan solos tienen las alas más fuertes.
Según
el filósofo Friedrich Nietzsche, los seres humanos
(aunque no lo parezca) somos tan compasivos y humanitarios gracias al
cristianismo. Ésta religión nos insufló unos valores que antes no
existían.
Sí, acuérdense, en el mundo clásico y hasta la llegada
de Jesucristo eran los fuertes los que subsistían y
triunfaban. Los perdedores y los débiles, por el contrario, estaban
abocados a la servidumbre. Los griegos y los romanos admiraban la
perfección y la belleza en los hombres, tanto física, intelectual o de poder. Apenas se daba entre ellos indulgencias como la compasión
o la lástima, y menos aun la solidaridad, según la entendemos
ahora... Pero..
Con la venida del cristianismo se trastocó todo, y los
débiles tomaron el poder. Los esclavos y menesterosos (siendo
mayoría en la sociedad) odiaban a patrones y
triunfadores, minusvalorando cuando no despreciando sus orgullos y
arrogancias. Se decían prestos a obedecerles (no les quedada otra)
pero despreciaban valores supremos como.. moral, gloria u honor, más propios de la clase alta de la sociedad.
Como
los siervos son débiles promueven valores menores como mansedumbre o misericordia, y critican el egoísmo o la fortaleza, méritos
exclusivos de los vencedores. Y es que, según la biblia, Jesús dijo aquello de: "los sumisos y humildes heredaran la tierra"... Y entonces los
pobres aprovecharon y se rebelaron. ¡Ojo!, lo dice Nietzsche, no yo...
Joaquín
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