Si hablo, suena
mi propia voz como un eco,
y está mi canto tan hueco
que ya ni espanta mi pena.
--A. Machado--
Al anochecer del domingo 23 de octubre del año 4.004 a.c., ni un día más ni un día menos, fue creado el mundo. Al menos eso fue lo que predijo, James Usher, un obispo irlandés del siglo XVII. Conste que esta fecha fue muy valorada por la Iglesia, que la reconoció como verdadera durante varios siglos.
El tipo llegó a asegurar también el día en el que Dios expulsó a Adán y a Eva del Paraíso. Fue el lunes 10 de noviembre del 4.004 a.c. Así, tal cual, y se quedó tan ancho..
Como no podía ser menos, el ínclito obispo vaticinó a su vez, el Fin del Mundo y por tanto el momento del Juicio Final. Sería este, si Dios, no disponía otra cosa, el 28 de septiembre del año 2042, Es decir, dentro de cuatro días como aquel que dice..
No sabemos de qué métodos y medidas se sirvió el bueno de James para llegar a esas tajantes conclusiones. Evidentemente fue una boutade, como dicen los finos, sólo de humanos hay fósiles medibles de 2 millones de años atrás, y no digamos de dinosaurios, de hasta 260 millones de años tenemos restos.
Hoy sabemos con toda seguridad que la tierra tiene la nada desdeñable edad de 5.500 millones de años, minuto más minuto menos.
Por cierto, nuestra sufrida tierra aún es una adolescente, porque que el universo donde campea, al albedrio de la gravedad, nació hace la friolera de 15.500 millones de años.
Eso sí, dentro de otros 5.000 millones de años, siglo arriba siglo abajo, la tierra será engullida por el Sol y desaparecerá.
Ay, si el obispo Usher levantara la cabeza..
En fin
Joaquín
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