Amiga...
Tú que sabes del amor y con los dos hablas,
no le digas nada de mi sufrimiento.
Sé que te incomoda mi dolor y le pedirás que vuelva
a mi lado, que no vivo sin ella.
Comprendo tus ganas de ayudar,
has visto la ruina de un hombre herido.
Pero no puedo rogarle más.
Intentaré cerrar las heridas en silencio,
mientras aguardo el milagro del olvido.
--Joaquín--
Pulula por algún mentidero, poco serio todo hay que decirlo, una consideración escrita por un autor anónimo que dice: ¿Cuáles serían los libros más cortos de la historia?. Incluso nos da la respuesta: “Ética judía de los negocios” “Héroes de guerra italianos” “La historia completa del humor alemán” “Grandes amantes británicos” o “Biografías de los mejores científicos españoles”.. Después de ver los títulos de estos cortisimos libros comprendo perfectamente que su autor no de la cara, se la partirían por su mala pipa..
Una reflexión que hizo en su día un tal John Elliot, (reconocido hispanista inglés) con cierta guasa es la que sigue: ¿Cómo seria el cielo perfecto?.. y llegó a la siguiente conclusión.. Sería estupendo si se pudiese contar allí con un policía inglés un cocinero francés, un ingeniero alemán, un amante italiano, y toda la organización a cargo de un suizo; saldría todo a pedir de boca..
Pero, claro, en contraposición a lo anterior también se preocupó de echarle un vistazo al infierno perfecto, es decir, al más terrorífico averno. Para ello pensó contar con lo siguiente: Un cocinero inglés, un ingeniero francés, un policía alemán, un amante suizo, y todo organizado por un italiano. Como ven los personajes son los mismos, sólo cambia el orden. Yo en ése infierno perfecto sólo echo de menos para estar completo algún político español que redactara las leyes.
Decía el escritor español Baltasar Gracián que el español es la lengua de los enamorados, el italiano la de los cantantes, el francés de la diplomacia, y el alemán la de los caballos; todavía hay muchos que lo piensan.. Sin embargo Baltasar no conoció el auge del inglés; de haber vivido hoy en día seguro que hubiera cambiado el orden...
Por cierto, del alemán, pensaba Richard Porson, novelista inglés, “La vida es demasiado corta para aprender alemán”..
En fin..
Joaquín
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