jueves, 4 de mayo de 2023

Quiso encubrir su infamia con un ramo de rosas

                                                                                       



El emperador Nerón, además de estar como una cabra, era un amante de las rosas. Dicen que se gastó el equivalente a un millón de euros actuales en comprar miles de ramos de estas hermosas flores en una fiesta nocturna dada a un amigo.

Más extravagante aún fue lo de su esposa, Popea Sabina, de quien las crónicas cuentan, por ejemplo, que no se separaba nunca de su bañera de plata ni de las 500 burras que le suministraban la leche necesaria para los baños diarios con que pretendía mantener su famosa blancura de piel.

Sin embargo, ¡Ay, Dios! a pesar de su esfuerzo por estar guapa y lozana para su marido, Popea murió de un puntapié en el vientre que le dio una noche Nerón, borracho como una cuba.

Nerón, el chalado, se arrepintió luego de la patada y posterior muerte de su esposa, y se gastó otro dineral en su entierro. Ordenó perfumar las miles de carrozas, caballos, servidumbre y demás parafernalia que participaron en sepelio.

Tanto perfume usó Nerón en el sepelio de Popea, que quedó sin existencias a toda la Arabia Feliz

Recordad que las fragancias árabes solían ser las más intensas y fuertes de la historia, ¿debido a la cultura, al calor y también al sudor por aquellos lares? Pues si..

En fin

Joaquín




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