sábado, 27 de mayo de 2023

Sherlock Holmes en Fuente de Cantos

                                                                                       



A veces, lo más bello de la vida

no es lo más bello: es lo que más se ama.

Si después sopla el frío en esa llama,

lo más bello es aquello que se olvida...

--José Ángel Buesa--


En 1874 ya estaba Sherlock Holmes y su ayudante el doctor Watson resolviendo asesinatos en Londres. Bien podrían haberse pasado entonces por Fuente de Cantos y aclararnos ciertos homicidios aquí ocurridos. Fijaos:

Un preso cuyo nombre no trasciende, muere asesinado en la cárcel de Fuente de Cantos; corría el mes de marzo del año 1874. Era el final de una serie de terribles acontecimientos.

En Fuente de Cantos no tenemos cárcel, ni calabozo ni cuartelillo siquiera; ha cambiado mucho el cuento, pero si la tuvimos una vez, y bien repleta de presos. Con deciros que sobre ese año señalado de 1874, unos 200 presos entraban o salían de ella.

Diego Armenteros, un tipo de Alburquerque que había sido detenido por la Guardia Civil en una de sus rondas cerca de Sevilla, en su traslado a Badajoz pasó la noche en la cárcel de Fuente de Cantos; de ahí no salió vivo, un navajazo acabó con su vida. Esto pasó poco antes de la muerte del preso anónimo anterior.

Pero no para aquí la cosa, apenas unos días después del asesinato de Diego, a Reyes Suarez Matamoros, una chica de 32 años y natural de Badajoz, la asesinaron vilmente en un descuido de la autoridad competente. Sufrió heridas mortales producidas por un cuchillo de grandes dimensiones durante una reyerta carcelaria. Posiblemente ocurrió en el patio, donde se mezclaban hombres y mujeres.

La pregunta que me hago es: ¿tenían conexión esos tres asesinatos ocurridos en tan corto intervalo de tiempo? ¿Hubo celos?.¿Venganzas?. ¿Simples coincidencias? Nada se sabe porque nada dicen los documentos. ¡Aquí quería ver yo a Sherlock Holmes!.. 

No obstante, qué vida aquella, la de final del siglo XIX y principios del XX en la cárcel de Fuente de Cantos. No hubo motines, que se sepa, pero sí asesinatos y homicidios a tutiplén.

En fin, no nos faltó de nada

Joaquín

                                                                        

            Entrada al "Rincón" al fondo la antigua cárcel y su patio, donde tomaban el sol los presos

                                                                                

                  Antiguo patio de la cárcel, después recreo de la escuela y ahora ambulatorio

                                                                           

        Antiguo Convento de Concepcionistas, después entrada a la cárcel y ahora Casa de Cultura




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