Mi
voluntad se ha muerto una noche de luna
en
que era muy hermoso no pensar ni querer...
Mi
ideal es tenderme, sin ilusión ninguna...
De
cuando en cuando, un beso y un nombre de mujer.
--M. Machado--
El 24 de febrero de 1968, el telón de la Ópera de Berlín se alzó 165 veces consecutivas para que el tenor italiano Luciano Pavarotti, tras su interpretación del papel de Nemorino en la ópera L'elissir d'amore, de Donizetti, recibiera los aplausos del público. La ovación duró exactamente 67 minutos, es decir más de una hora.
Algo parecido ocurrió el 5 de julio de 1985, cuando el telón del teatro de la ópera de Viena se alzó 83 veces para que el tenor español Plácido Domingo, tras su interpretación de La boéme, de Puccini, recibiera los aplausos enfervorecidos del público. Ésta vez duraron 90 minutos, ¡ahí es nada, hora y media aplaudiendo!. Así que, ¡Plácido Domingo batió el récord!.
Por cierto, y hablando de música y de Viena, el Cementerio Central de esta ciudad bate otro récord, allí están enterrados, nada menos, que: Beethoven, Schubert, Brahms, Mozart, etc. etc. es decir la flor y nata de la música clásica..
En fin
Joaquín
No hay comentarios:
Publicar un comentario