martes, 30 de mayo de 2023

Confidencias a medianoche

                                                                                     


Me traía loco aquella chica, y no es porque fuera atractiva, que lo era, ni interesante, la que más, es que la tía lo tenía todo. Eso sí, un defectillo portaba, era más que vanidosa. Fijaos con lo que me vino un día mientras veíamos una película en el cine de mi pueblo:

---En realidad, Joaquín, eso de que la belleza es relativa no es del todo cierto, puesto que todos sabemos identificar lo que es bello y lo que no lo es. 

Y me lo decía ella, que era guapísima (fue elegida Miss en las fiestas patronales). Supongo que querría que le repitiera una vez más lo hermosa que era. A mi se me ocurrió preguntarle una bobada, pero una bobada que me intrigaba:

---¿Qué buscáis las mujeres en los hombres?---le dije bajito al oído esperando oírle decir algo a mi favor.

Le gustó la pregunta, y se me explayó, pero no creáis que se cortó un pelo, se acercó más a mi y, rozando su boca a la mía me susurró:

---Buscamos tíos fieles, Joaquín, hombres amables, íntegros moralmente y que tenga instinto paternal, además deben tener sentido del humor.

Sonreí, qué remedio, menuda lista de virtudes. Solo le faltó decir que el tipo que busca debe saber escuchar, ser bueno en la cama, que sepa cocinar y con buen potencial financiero. No se lo dije, en cambio:

---¿Y de lo físico?---le pregunté---dime, cuál es el principal atractivo masculino para vosotras.

Casi babea de placer; deseando estaba soltarme lo que me soltó: 

---Pues no te lo vas a creer---me sopló a la oreja---pero lo que hace más atractivo a un hombre son sus piernas, qué te parece, Son atractivos los hombres que tienen las piernas cuya longitud supone aproximadamente la mitad de su altura. 

Lo que me faltaba por oír. Me acordé de las suyas que no tenían fin.. pero no pude evitar echar un vistazo a las mías, estiradas cuan largo era en la incómoda silla de madera del cine; las vi normales. 

Con esto que acabo de contar terminó la película; estábamos casi solos en la sala. Encendieron las luces, nos levantamos y salimos fuera.  Andando fuimos hasta su calle, al otro lado del pueblo, y allí, en un portal semi abandonado nos dimos el lote. Luego la perdí de vista camino de su casa. 

De vez en cuando la recuerdo; no sé qué habrá sido de ella; quizás sobreviva como una bella matrona otoñal rodeada ya de nietos.. 

Joaquín




                                                            


                                                                         








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