lunes, 22 de mayo de 2023

El tipo que puso a parir a su amigo

                                                                                   


       

En el parque, yo solo.. Han cerrado
y, olvidado en el parque viejo, solo
me han dejado.

La hoja seca, vagamente, indolente,
roza el suelo...Nada sé, nada quiero,
nada espero. Nada...

Solo en el parque me han dejado
olvidado, ... y han cerrado.

--M Machado--



Un tipo se pasó por mi casa. Quería contarme algo acerca de un amigo común. Enseguida intuí que halagos no iban a ser. 

Al verle tan ávido de informarme chismorreos, le sugerí que antes de que me contara nada, debía hacerle tres preguntas:

--La primera pregunta que te hago es la de la verdad---le dije---¿Has comprobado que lo que me vas a contar es cierto?.

--No, sólo me enteré. Alguien me lo dijo---respondió el recién llegado

--Muy bien. Entonces no sabes si es verdad---ironicé---continuemos con la segunda; la de la bondad. ¿Lo que me vas a contar es algo bueno para mi amigo?---me interesé.

--¡Oh, no, al contrario!---respondió en plan cotilla mi invitado

--¿Entonces? ¿Quieres contarme cosas malas de mi amigo y ni siquiera sabes si son ciertas?---me quejé---Bien, pero quizás todavía puedas pasar la prueba. Me queda la de la utilidad---reiteré---¿Me ayuda a mi, personalmente, saber qué ha hecho ese amigo mío? ¿Me es útil?..

--Pues, realmente no, creo que no---balbuceó el otro

--O sea---concluí---lo que querías decirme, ni sabes si es cierto, ni bueno, ni útil. Entonces ¿por qué coño querías decírmelo?. ¿Y tú dices ser mi amigo?. ¡Anda, lárgate con viento fresco!

El tipo se fue echando leches de mi casa.

Pensaréis, con razón, que tuve un buen proceder, desde luego, pero, claro, esto queda muy bien sobre el papel, porque, ¿qué nos queda si nos quitan el critiqueo, la maledicencia, la murmuración? !Nada!. Todo muy recto, muy honesto, pero ufffff, qué vida más aburrida.. (esto lo digo con ironía).

Nos guste o no, el cotilleo es la salsa que sazona y da gustillo a las relaciones sociales. Os recuerdo que la hipocresía y el chismorreo son propios de sociedades refinadas. 

Por cierto, la conversación y tal grado de honestidad no se dio en mi casa ni con un supuesto amigo mío, sino que le ocurrió a Sócrates, el filósofo. Él si era un tipo honesto, no yo..

En fin..

Joaquín




No hay comentarios:

Publicar un comentario