viernes, 13 de marzo de 2020

¿Era esto el Apocalipsis?




Amiga..
Ahora que pasó el temporal de lo nuestro
y las aguas bajan ya calmadas,
me pregunto si quizás fuera mejor así.
Porque a ti te seducen las miradas indiscretas.
Y yo fui un iluso que pretendí que fueras
sólo para mi..
--Joaquín--


Es tan tremendo todo lo que está pasando con lo del coronavirus que va a marcar una época, se lo aseguro. Supongo que será (al menos para los españoles) como esas grandes catástrofes que nunca se olvidan. Habrá un antes y un después..
Dentro de unos años nos acordaremos de estos aciagos días igual que nos acordamos de los atentados del 11 de Marzo en Madrid. Incluso cuando nos pregunten en el futuro qué estábamos haciendo cuando lo de la epidemia, apuesto que todos lo recordaremos con pelos y señales..
Madrid está parado, vacío. Voy por las calles y pareciera que una bomba nuclear ha caído en mitad de la Castellana. La gente se refugia en sus casas, es un ambiente raro, inusual en una urbe que bulle escándalo y vocerío por doquier y a cualquier hora del día, incluso de la noche. Las noticias que nos llegan (y abruman) procedentes de los ámbitos médicos, sociales o gubernamentales, son contradictorias y se suceden a cada minuto; lo que hace que la gente se acojone por momentos.
Hablan de cerrar Madrid, que es el sitio donde más infectados hay con diferencia, pero ni saben cómo hacerlo ni se está seguro de que sea una medida efectiva. Las consecuencias de salud ya lo estamos viendo, unos 84 muertos van ya (la mayoría gente mayor y con patologías previas eso es verdad) y el miedo es libre.. Luego hay otra consecuencia también gravisima, aunque sus efectos los sufriremos a medio y largo plazo, me refiero a la económica..
La bolsa ha pegado un pepinazo tal que ha perdido casi la mitad de su valor. Y no crean que por que no tengan acciones no van a sufrir, cualquier fondo bancario que se tenga vale ya bastante menos que hace unas semanas. Además las graves perdidas que sufrirán las grandes y medianas empresas que cotizan en bolsa repercutirán muy negativamente en todos nosotros más pronto que tarde. Sin contar, claro está, el cierre parcial de los miles de negocios de ocio de la capital, como restaurantes, teatros, cines y demás espectáculos..
Y luego otra cosa, qué me dicen del trauma psíquico-social de la población, porque ya me dirán sin poder salir a bares, ni a bailes, ni a restaurantes estos próximos dos o tres fines de semana. Tampoco recomiendan pasear por calles y plazas concurridas, ni saludar, ni abrazar y menos besar, ¡qué va a ser de nosotros!.. Y los niños en casa, ¡Dios mío qué perspectiva! Seguro que se incrementan hasta los divorcios, sino al tiempo.. Yo me voy al pueblo, aunque quizás ya ni me dejen entrar por presunto apestado..
Supongo que en esta vida no todo iba a ser de color rosa. La mayoría de las generaciones que nos han precedido han sufrido en sus carnes guerras civiles, hambrunas, pestes, grandes terremotos o cualquier otra calamidad, y claro los de mi edad nada de eso hemos visto, y ya nos tocaba algo gordo. Sepan que desde que nací, y de eso hace ya casi seis décadas, jamás ningún sobresalto desmesurado que no fuera de carácter personal ha padecido mi corazón; si acaso asuntos como la muerte de Franco, el golpe de estado de Tejero, algunos atentados de la ETA o lo más reciente de Cataluña, y no son comparablesAsí que ya tocaba. Ojalá, sólo sea esto. Y esto, por cierto, no sea tan grave y duradero como algunos predicen.. En fin..
Joaquín



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