Amiga..
Comprendo tu amargura.
Pero deberías quejarte menos
de tu suerte.
Tuviste oportunidades y no escogiste
precisamente la mejor.
Así es la vida.
Puedes alegar que eras muy joven,
que no sabías.
Eso es verdad.
Pero eso no te exime del duro
precio a pagar.
Yo ya aboné el mio por tu desidia.
Y fue caro, te lo aseguro..
--Joaquín--
Cada día mueren en
el mundo 160.000 personas; unos 60 millones al año. Puede parecer
una barbaridad, pero es que somos muchos en el planeta. Sólo la
gripe común mata en los Estados Unidos unas 40.000 personas
al año.. ¿Y saben una cosa? Según la Organización Mundial de la
Salud hay 8.000 causas por las que podemos morir, pero sólo una de
ellas lo consigue; no es mal bagaje, ¿no les parece?..
El cuerpo humano es
increíble, una obra maestra de arte y diseño que la naturaleza ha
confeccionado durante cientos de miles de años y de la que no somos
plenamente consciente. Parece mentira, pero da pasmo reconocer cómo
se coordinan de manera impecable 37 billones de células para que
funcionemos perfectamente; infinitamente mejor que un reloj suizo de
alta precisión.
De todo, es el
cerebro el rey de la maravillosa maquinaria que es nuestro cuerpo. Él
es el que nos distingue del resto de los animales. Es, sin duda, el
objeto más maravilloso del Universo. Trillones de neuronas
perfectamente sincronizadas lo componen y le hacen tener conciencia
de quienes somos y qué queremos. Conste que el tener un cerebro tan
perfecto no es imprescindible para sobrevivir, para esto nos bastaría
ser como cualquier animal. Eso lo hace aún más especial.
Dice el escritor Bill
Bryson en un libro que acaba de publicar, “El cuerpo humano”,
que los individuos damos aproximadamente unos 200 millones de pasos
durante nuestra vida; unos más que otros, por supuesto. También
segregamos 90.000 litros de saliva. Mucha de ésta la compartimos,
claro. Aunque ahora con lo del coronavirus no deberíamos
hacerlo si no hay confianza.. Por cierto, ¿sabían que comemos en un
día lo que un cocodrilo necesita en un mes?. ¿Y que la comida
permanece un día entero más en el cuerpo de la mujer?.. En cambio, el 60% de los hombres son calvos a los cincuenta. Y lo malo para los
que ya casi lo somos es que la única cura conocida para la calvicie
es la castración.. ¡Dios mio!..
El libro de Bryson es
inconmensurable, como otros que ha escrito antes. Nos cuenta todo lo
que podemos saber del cuerpo humano, pero no acerca de temas médicos,
sino datos, funciones o estadísticas, muchas de las cuales jamás se
nos hubiera ocurrido ni pensar siquiera. Nos relata, por ejemplo, la
aportación del italiano Gabriel Falopio a la historia de la
anatomía humana. A él le debemos la composición y funcionamiento
del oído interno y del órgano reproductor femenino; acuérdense de
las trompas de Falopio. Las autoridades del momento le entregaron un
criminal vivo para que lo sacrificara a fin de estudiarlo.. O del
médico William Harvey, el descubridor de la circulación de
la sangre y las funciones básicas del corazón, que tenia tantas
ansias por diseccionar cadáveres y analizarlos, que llegó a
hacerlo con su propio padre, y hasta con su hermana. ¡Ya son
ganas!..
Lo cierto es que
estamos diseñados para vivir. Al cuerpo le cuesta mucho morir; es lo
último que desea. Porque hasta el dolor, no hay nada más necesario
que él, aunque sea muy mal recibido.. Pero hay una excepción a las
ganas de vivir, el cáncer. No es más que el suicidio de nuestro
propio cuerpo sin nuestro permiso. En fin, curiosidades muy
apetitosas que nos cuenta Bill Bryson en su estupendo libro...
Joaquín
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