Como si nos hubiéramos perdido,
nuestros brazos se buscan en la sombra..
¡Sin embargo ya no nos encontramos!
En la alcoba profunda
podríamos andar meses y años,
en pos uno del otro,
sin hallarnos.
--Jaime Torres--
Bajaba con prisas el párroco de Fuente de Cantos por la calle Llerena. Era Jueves Santo y aún tenía muchas cosas que hacer en la Parroquia. Al llegar a la Plaza se fijó en un tipo tumbado de manera indolente en una perrunilla, tenía una borrachera de aúpa. Al pasar junto a su lado el borracho le hizo un gesto grosero, y el cura se indignó.. Algunos transeúntes que pasaban por el lugar dijeron después que el borracho se disculpó haciendo reverencia con su sombrero al reconocerle, pero el clérigo no lo entendió así, y la cosa fue a más, el caso es que el beodo acabó la noche durmiendo la mona en el calabozo municipal.. Sin embargo..
¡Ay!, caprichos del destino.. quiso el azar jugarle una mala pasada al cura, ¿Castigo divino por su comportamiento con el borracho?¿Casualidad?, Pues, veréis...
Daba ese cura un sermón ese mismo día en la Iglesia. Era finales de marzo y la tarde caía. Como se hacía de noche y apenas se veía, instó a un monaguillo a que abriera una ventana para que entrara la escasa luz del día. . Obedeció el monaguillo pero, con tan mala suerte, que con el ímpetu puesto en abrir la contraventana de madera, giró esta sobre sus goznes que, cediendo se desprenden, y uno de ellos va a dar justo a la cabeza del cura. La brecha que le hizo no fue de risa, abundante sangre manaba de ella. El sermón se suspendió y el cura, herido, tuvo que ser evacuado de la iglesia y ser atendido con esmero en la sacristía.
La comidilla en Fuente de Cantos como podéis imaginar estaba servida. Algunos graciosos achacaban el incidente de la parroquia a la pernocta del pobre borracho en el calabozo por la obstinación del cura, y daban por buena la puntería de los goznes de la ventana. Otros no vieron concomitancia entre ambos hechos. En fin, como siempre cada uno cuenta la feria según le va..
Por cierto, todo esto pasaba en Fuente de Cantos durante la Semana Santa, del año del Señor de 1891, ahí es nada. Por contemporizar, mi abuelo Joaquín tenía dos añitos..
Joaquín.
calle Clavel
calle Real (carretera)
calle Gravina
calle San Isidro
Parque de Zurbarán






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