Mudas están las fuentes y las aves;
no circula un átomo de viento.
Cortadas por el sol lentas y graves
caen las hojas del árbol macilento;
tenue vapor en ráfagas suaves
se levanta con suave movimiento
y mezclando en la luz su sombra extraña,
va formando la nube en la montaña.
--José Selgas--
En 1947, es decir, tras acabar la Guerra Civil y seis despues de celebrar la Primera Romería en la Ermita de San Isidro, Fuente de Cantos aún contaba con 11.000 habitantes, al poco empezó la emigración masiva.
De esos habitantes, unos 1300 eran trabajadores agrícolas por cuenta ajena, es decir, jornaleros a tiempo parcial, que, a cuatro miembros de familia por cada uno, sumaban unos 5200 habitantes, que las pasaban canutas para sobrevivir en aquel Fuente de Cantos no tan lejano..
En ese mismo año de 1947 (mi padre era un jovenzuelo veinteañero) la tasa de analfabetismo en el pueblo era todavía de un 70%, una barbaridad.
Para hacer frente al problema del paro y del hambre, se proyectó arreglar la carretera de Llerena y emplear allí a cientos de obreros agrícolas. A otros trescientos, con sus familias, se les preparó y documentó para que fueran a repoblar las nuevas localidades surgidas tras la construcción del pantano del Cíjara (Plan Badajoz), con lo que ellos fueron los primeros en abrir el largo y penoso camino de la emigración.
¡Como para no emigrar!. Fijaos: según un informe de ese mismo año, 1947, las condiciones de vida de muchos de los obreros del campo fuentecanteños era infernal; la miseria y suciedad terroríficas. Una habitación sin luz es lo que tienen, ni lumbre, ni mas camas que unas hierbas secas; duermen hacinados padres e hijos de todas las edades, juntamente con los animales domésticos. (palabras textuales del informe)..
En fin, ¡pobres padres y abuelos nuestros!
Joaquín
calle Iglesia
calle Llerena
calle Llerena
de paseo por la calle Llerena
otra perspectiva de la calle Llerena
anochecía en la calle San Marcos
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