Me rebelo a morir, pero es preciso...
¡El triste vive y el dichoso muere!
¡Cuando quise morir, Dios no lo quiso,
hoy que quiero vivir, Dios no lo quiere!
¡Os amo, sí! Dejadme que, habladora,
me repita esta voz tan repetida,
que las cosas más íntimas ahora
se me escapen de los labios con mi vida.
--Campoamor--
Antes del accidente del albañil Phineas Cage, se creía, cándidamente, que la mente era patrimonio del alma y el alma patrimonio de Dios, es decir, que ni golpes en la cabeza ni heridas graves en el cerebro tenia por qué afectar a la personalidad de un individuo, era cosa divina, pero...
En 1848 Phineas Cage sufrió un accidente laboral, una barra de hierro atravesó su cráneo. Contra todo pronostico, sobrevivió, pero cuando se reincorporó al trabajo había cambiado; el que era antes respetuoso y responsable se convirtió en bebedor habitual, mentiroso y violento.
El médico de Phineas planteó la teoría de que su herida en lóbulo frontal de alguna manera afectó a alguna región relacionada con la personalidad y la conducta social de su paciente, pero la hipótesis mereció las burlas de sus colegas más prestigiosos, ¡ya veis!..
Joaquín
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