Ayer no estuve ausente; hoy, qué importa que muera.
Sobre tus verdes campos una estancia impera:
invierno, otoño, estío, aquí son primavera.
Arrópenme con tierra tus manos amorosas,
el rictus de mi boca han de borrar tus besos,
la savia de mi carne y el polvo de mis huesos
renacerán en rosas.
--F. A. Icaza--
El tipo más repetido dentro de la arquitectura popular fuetecanteña han sido las casas bajas (con o sin zaguán) pasillo central con tres tramos y patio al fondo. En el segundo piso se encontraba el doblao, cuya utilidad era para guardar especialmente cereales.
Como norma general, las fachadas de esas viviendas estaban pulcramente encaladas, dándole a Fuente de Cantos una impronta de pueblo blanco, muy ligada esta práctica a razones higiénicas y climáticas. Pero estas casas eran las del extrarradio, claro, calles como: San Julián, Almena, San Blas, San Juan, Valencia, etc.. pero...
No olvidéis que a Fuente de Cantos le llamaban "el pueblo de las casas grandes", por lo tanto en las calles del centro (Llerena, Nicolás Megía, Martínez, etc.) siguen las casonas cuyo estilo, regionalista, predomina, y donde el zaguán era el espacio que servía para mostrar el nivel económico de la familia propietaria.
En el mismo umbral de esas casonas aparece ya el aspecto de distinción, utilizándose el mármol blanco, material noble, como presunción. En algunos casos se esculpía en él la fecha de construcción de la casa.
Pasado el zaguán y atravesada la puerta principal, nos encontramos con un espacio de paredes enlucidas que posteriormente han sido pintadas sobre estuco, o bien se opta por un zócalo de azulejería que solía superar el metro de altura.
Sin abandonar el zaguán, nos encontramos con una segunda puerta, esta sí da acceso directo al interior de la vivienda. Aquí se ha optado por una solución que consistía en un cerramiento con puerta realizada en hierro forjado. En los huecos o intersticios de la combinación de barrotes se utilizaba el cristal, que en algunos casos se pintaban. El resultado de todo ello ofrecía una visión que invitaba al visitante a seguir deleitándonos en el interior de la casona.
Joaquín
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