¡Y mi calle favorita es!...
Las seis mujeres de maridos ricos.
Las seis, sentadas en el mirador.
Las seis, haciendo con ganchillo
--madeja blanca o rosa-- su labor.
Una piensa en el mar, otra en los trenes,
dos en jardines, y una en la luna clara.
Las más pequeña sueña por el aire
hombres de fuego y besos de enramada.
Los seis maridos –leontinas de oro,
sortija y puro—van por los caminos
comprando encinas de carbón y ovejas,
roncando en los hoteles pueblerinos.
Ellas siguen calladas y sumisas
celebrando una boda imaginaria
con capitanes rubios como arcángeles,
poetas o marinos de otras playas.
Los seis maridos van trocando en cheques
los trigos, el rebaño, el olivar.
Las seis muchachas ven la lluvia amarga
un día y otro en el cristal.
Péndulo provincial; pasan años,
vendrá abril y no hablará el amor.
Ese día veréis seis viejecitas,
las seis sentadas en el mirador..
--Agustín de Foxá--
Supongo
que os pasará como a mí cuando visitáis por primera vez una ciudad
que no conocéis, que enseguida tiráis para el centro. Si, porque allí
imaginamos que está el cogollo de todo lo que hay que ver. Y no vamos
muy descaminados ya que habitualmente la ciudad se ha creado y
crecido en todas direcciones a partir de la iglesia o de la catedral,
edificios pioneros y céntricos..
Y no sólo eso, de camino a la
iglesia o al ayuntamiento, enseguida nos dirigimos a su calle
principal, que es donde se ha concentrado desde siempre las mejores
casas y los mejores comercios. Todas las poblaciones las tienen por muy
pequeñas que sean, aunque no se por cuánto tiempo más. Me explico...
De estas vías principales yo me jacto de haber pisado casi
todas las, Calles Mayores, de las ciudades españolas más
importantes. Por eso os aseguro que últimamente las hemos cambiado
a peor.
Hasta hace sólo unas décadas, la calle Mayor o Real, (que así se llaman la mayoría) de la ciudad, era especial y muy diferente a la de otra ciudad vecina; no había dos
parecidas, hoy, lamentablemente, poco difieren unas de otras, al menos en
cuento a ambiente y tipos de tiendas.. Desde que se implantaron las
grandes empresas dueñas de todo el comercio: Zara, Mango,
Cortefiel, Benetton, H&M, Tous,.. en todas las calles
principales de nuestras ciudades señorean las mismas tiendas, los mismos restaurantes o las mismas joyerías tipo franquicias.. Se acabó la originalidad de antaño..
Aún
así me sigue gustando a rabiar la calle Larios de Malaga; es
muy bonita; la tienen impecable a todas horas. Tiene la ventaja de
que no tiene competidoras en la ciudad, ninguna otra le hace sombra. Claro, que la calle Colón de Valencia tampoco se queda atrás. El
kilómetro largo de esta céntrica vía está cuajada de preciosas
casas y mejores comercios. Los domingos está atestada de turistas..
Zaragoza
presume todo lo que puede en su calle Alfonso I, que desemboca
en la Plaza del Pilar, aunque la Avenida de la Independencia no le va
a la zaga.. Bilbao nos muestra su esplendor en la Gran Vía; allí doy fe de sus magníficos edificios; muchos de ellos de puro
estilo vasco; tampoco tiene otras que le tosa en la ciudad, todo hay que decirlo.
Pocos
ignoran, también, que en Valladolid es el Paseo Zorrilla el
principal lugar donde más vallisoletanos disfrutan de sus ratos
libres, la de Murcia su Gran Vía y en La Coruña
su calle Real.
En
nuestra segunda ciudad en importancia de España, Barcelona,
podríamos escoger unas cuantas calles fundamentales donde se
concentra el comercio y las casas más señoriales de la ciudad.. Yo
me quedaría con el Paseo de Gracia con sus magníficos palacetes de
Gaudí, o algunos tramos de la Diagonal, pero reconozco que la más
conocida y por donde todo el mundo acaba pasando es por las Rabla
de las Flores, que termina en
el puerto, junto a la estatua de Colon..
Desde la crisis y sobre todo
desde que los grandes centros comerciales se instalaron en la
periferia, la calle Sierpes
de Sevilla, ya no es
lo que era, aunque sigue siendo una vía preciosa. Las elegantes
tiendas de antaño están dando paso a otras mucho más cutres y de
baratijas. De todas maneras la calle Tetuan y la Avenida de la
Constitución le están haciendo sombra..
En
Granada su calle
Mesones, en Alicante
su Maisonnave, en
Pamplona la Avenida
Carlos III o en Logroño
San Antón tienen el
honor de ser las principales.
En Gijón
la calle Corrida, que
llega hasta el puerto, en Oviedo
la de Uría, en
Salamanca la Rúa,
en Zamora Santa
Clara, en Vigo
la del Principe, y en
León la calle Ancha. Estás calles no se la pierdan
por nada del mundo cuando visiten estas bonitas ciudades. Y por no
cansar; de Córdoba
su calle Gondomar, de
Badajoz Menacho,
en Toledo la del
Comercio y en Huelva,
Berdigón, allí
podrán comprar de todo, pero.. ¿Y las de Madrid?...
Madrid como es lógico, es punto y aparte. Es con diferencia la ciudad más
grande y poblada de España, por lo tanto sus calles son
espectaculares.. La
calle más emblemática de nuestra capital es la Calle Alcalá (11 kilómetros) que en sus primeros tramos, (el que va desde la Puerta del Sol hasta
la Puerta de Alcalá) sencillamente apabulla, por lo elegante. La
segunda en importancia, aunque más comercial es la Gran
Vía; todo el que la ve por vez
primera se queda pasmado, por lo grandiosa.
Si todo esto está muy bien pero.. ¿y las que nos importan de verdad, la de Fuente de Cantos o la de Zafra, que es donde al final acabamos todos comprando? Pues qué decirles de nuestras maravillosas calle Llerena y la de Sevilla, en nuestro pujante pueblo vecino..
De
todas maneras y como dije al principio, esto está cambiando a peor. Ahora para ver la calle comercial más importante de una ciudad española ya no vale ir al centro, junto a la iglesia, ¡que
va! Tendremos que irnos al Centro Comercial correspondiente, a las
afueras.. Allí se dan cita todas las tiendas, todos los restaurantes
y toda la gente de la ciudad.. ¡Qué pena!..
Joaquín
No hay comentarios:
Publicar un comentario