Sumido en soledad profunda
te mire el cielo desmayada y yerta,
como el semblante de una virgen muerta.
¡Ah!... que yo la vi expirar.
La he visto, ¡ay, Dios!... Al sueño en que reposa
yo le cerré sus anublados ojos;
yo tendí sus angélicos despojos
sobre el negro ataúd.
Yo solo oré sobre la yerta losa
donde no corre ya lágrima alguna...
Báñala al menos tú, pálida luna...
¡báñala con tu luz!...
Tú lo harás, luna, que a los tristes acompañas
y al pensador y al infeliz visitas;
con la inocencia o con la muerte habitas;
y el mundo huye de ti..
--N. Pastor--
Os voy a proponer una idea macabra: Imaginaos por un momento vuestro propio entierro.. ¿Cómo será? ¿Qué dirán los asistentes? ¿Os llorarán?... Evidentemente lo imagináis desde vuestra propia perspectiva. Es como si observarais la escena desde las alturas, o sentado entre los presentes ¿Qué pasada, no?..
Mucha gente cree que después de morir dejamos el cuerpo y el alma sube al cielo, y que nuestro espíritu es capaz de ver lo que sucede en el entorno y en el mundo que hemos dejado.. Otros están seguros de que la muerte es el final y que con ella acaba todo. Pero incluso a estos últimos se les hace imposible no pensar que pasará después de su muerte; es inevitable..
Por cierto, es natural sentir inquietud ante la idea de no existir ¿A quién no le da miedo su propia muerte?.. Epicuro, un filosofo griego, pensaba que sentir miedo a la muerte era una estupidez y que la filosofía ayuda a cambiarte la vida y ser feliz..
Decía Epicuro: “el que muere no la experimenta. Tu muerte no será algo que te pase a ti. Cuando suceda tú ya no estarás..
Epicuro pensaba que lo importante en la vida no es buscar la verdad, como hacían Platón y Aristóteles, sino el placer.. Según Epicuro hay tres clases de placeres:
--Los naturales y necesarios: Las necesidades físicas básicas, alimentarse, calmar la sed, el abrigo y el sentido de la seguridad.
Los naturales e innecesarios: la conversación amena, la gratificación sexual y las artes..
Los innaturales e innecesarios, que consideraba superfluos: la fama, el poder político o el prestigio..
Fijaros en el resumen de la filosofía de vida de Epicuro.. No era, he sido, no soy, no me importa... Supongo que lo entendéis... Con esto está todo dicho...
Joaquín
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