jueves, 23 de enero de 2020

Retrato a una mujer..




Amiga:
Podría hacerte mil promesas
que conmoviera tu corazón.
Podría contarte tanto de la enormidad
de mi cariño, que empequeñecería
la inmensidad de un océano.
Pero quiero que sepas por ti sola
el grado de mi amor por ti.
Quiero que descubras hasta dónde
puedo llegar si me dejas hacer..
--Joaquín--


El 17 de noviembre de 1936 la Legión Cóndor de Hitler bombardeó el Palacio de Liria, en Madrid, residencia de los duques de Alba. Hacia tres meses que había comenzado la Guerra Civil y parecía que que la cosa iba a durar poco. Luego resultó que duró tres años más. El palacio quedó reducido a escombros, pero los cuadros y objetos artísticos que albergaba los salvaron milicianos comunistas. Lienzos de Ticiano, de Renoir, de Picasso y sobre todo el retrato que Goya hizo a la XIII Duquesa de Alba fueron embalados y guardados en los sótanos del Banco de España en la Plaza de Cibeles, junto a los del Museo del Prado.
En junio de 1956 la recientemente fallecida Cayetana (tataranieta de la del cuadro) reinauguró el palacio reconstruido y colgó, (donde había estado siempre), el famoso cuadro de su antepasada que Goya realizó en 1795.
El pintor cobró 15.000 reales de los de entonces, hoy está valorado en más de 50 millones de euros. Tengan en cuenta que el Museo del Prado pagó por otro cuadro de Goya, el de la Marquesa de Chichón, 25 millones, la adquisición mas cara de su historia.
De los ciento diecinueve grandes de España, Goya había retratado a la mitad. Muchos de ellos cuelgan en las paredes Del Prado. Y es que Goya conocía las virtudes de todos ellos y también las debilidades. Se movía entre las moquetas de sus suntuosos palacios como pez en el agua..
El padre de aquella Duquesa había muerto cuando ella era una niña y se crió con su abuelo, admirador de Rousseau y de ideas liberales, con lo que la joven pronto adquirió las tolerantes costumbres y relajados hábitos de él. 
El Palacio de Liria lindaba con el del embajador de Venecia, lugar de citas de homosexuales y lumis, y con la Casa de Tócame Roque, lo más castizo entonces de Madrid y todo un lupanar camuflado. Y todo eso lo veía Cayetana durante su juventud casi sin salir de casa. Quedó fascinada con las visitas de caballeros y damas a aquella casa de putas.
Cuando murió su abuelo, Cayetana se trasladó al palacio de Buenavista, en el Paseo del Prado y allí la conoció Goya. Ella estaba en la plenitud de su lozanía, tenía veintiocho años y él, casi, le doblaba la edad.. El pintor ya sabía de la fama de impúdica que su nombre provocaba por las tabernas y mentideros de Madrid, pero quedó fascinado por su radiante belleza al saludarla. Él besó su mano y escuchó de sus labios un halago, “No voy a tener mucho tiempo. Debo trasladarme a El Escorial, pero cuando regrese debéis hacerme un retrato con vuestra nueva forma de pintar. Todo el mundo está entusiasmado con tus retratos” Le dijo...
Goya presagió que aquella mujer hermosa y misteriosa iba a ser la tentación suprema de su vida y el mayor de sus peligros. Una fuente de placer y de sufrimiento. Y de alguna manera lo fue..
Habían pasado cuatro años y Goya, casi viejo ya, había trenzado con ella una relación de amistad y confidencia, pero muy lejos de sus aspiraciones oníricas y a años luz de la relación más bien tibia en todos los sentidos que sentía por su mujer, Josefa Bayeu. 

Goya llegó a saberlo todo de Cayetana, de sus amores, de sus desvelos, de sus apetencias sexuales, de su emociones, pero era incapaz de pintar su verdadero rostro. Realizaba bocetos con su cara en la arena que luego borraba. En 1795 la pintó por primera vez.. Ella tenía treinta y tres años y aun conservaba toda su belleza.. Sólo siete años después murió en extrañas circunstancias. Se especuló con todo tipo de hipótesis, desde el asesinato, el envenenamiento, o incluso el suicidio.. Cualquier cosa pudo suceder, en su mundo pululaban toda clase de tipos, desde toreros enamorados, intrigante y tarambana nobleza como Godoy o la misma reina Maria Luisa, dandis buscafortunas como Pignatelli, su amante, o el mismo Goya celoso y enamorado de ella..
Hoy el costosísimo y famoso cuadro de Cayetana, (XIII duquesa de Alba), el mismo que salvaron de las llamas unos milicianos comunistas, pende de la pared del salón llamado Goya, en el Palacio de Liria, donde siempre estuvo.. Ahora ya se puede ver, previo pago de una entrada, no barata precisamente.. Estos tíos (los Albas) sacan dinero de debajo de las piedras..
Joaquín

No hay comentarios:

Publicar un comentario