domingo, 12 de enero de 2020

¡Vaya, vaya!, en Fuente de Cantos no hay tren..

                                                                                  




Este armazón de huesos y pellejos,

de pasear una cabeza loca

se halla cansado al fin, y no extraño,

pues, aunque es la verdad que no soy viejo,

de la parte de vida que me toca

en la vida del mundo, por mi daño

he hecho un usa tal que, juraría

que he condensado un siglo en cada día.


Así, aunque ahora muriera,

no podría decir que no he vivido;

que el sayo, al parecer nuevo por fuera,

conozco que por dentro ha envejecido.

--Bécquer--



Aunque seas de Fuente de Cantos, donde por desgracia nunca hemos tenido tren, un día cualquiera te desplazas a Zafra y, mientras das un paseo por los andenes de la estación, ves venir un tren desbocado que se dirige a toda velocidad hacia cinco trabajadores. El conductor está inconsciente, posiblemente a causa de un ataque al corazón... ¡¡Dios mío, el tren los va atropellar!..

La locomotora va demasiado deprisa para que los trabajadores puedan apartarse. Hay, sin embargo, una esperanza. Justo antes de los cinco hombres hay una bifurcación, y en la otra vía solo hay un trabajador. Tú estás suficientemente cerca como para que puedas accionar la palanca del cambio de agujas, alejando el peligro de los cinco hombres y dirigirlo hacia la vía en la que sólo hay uno.. ¡El tiempo apremia!.. Dime, ¡¡Qué vas hacer!!..

Evidentemente todos esperamos de ti que dirijas el tren hacia la vía de un sólo trabajador, así salvas a cuatro. Pero ten en cuenta que tu acción ha hecho matar a un hombre inocente.. 

Si te quedas quieto y no haces nada, ¿es la providencia la culpable? ¿Tú ninguna culpa tienes? Claro, que si actúas acabas con la vida de un hombre deliberadamente.. ¿Estas seguro de no tener luego cargos de conciencia por haber matado a un hombre, aunque salvaras a cinco? ¿Qué crees que pensarán los hijos o la madre de ese hombre al que tu acción mató?..

Dice el libro que ando leyendo que este supuesto, que a priori parecería un simple acertijo para pasar el rato, realmente es un experimento mental que algunos filósofos han usado para mostrarnos las contradicciones de la moral y de la ética humana, y que enlaza directamente con la justicia, la virtud o la templanza.. Aquí la pregunta filosófica es ¿Cuándo es aceptable sacrificar una vida para salvar varias? ¿El fin justifica los medios alguna vez? ¿En todos los casos?..

Todo esto puede parecer inverosímil fuera de la vida real. En cierto modo es así. Son experimentos mentales diseñados para clasificar nuestras creencias. Pero mirad: 

Un caso real sucedió en Zeebrugge, en Bélgica. Un ferry se hundió en diciembre 1987 en el Mar del Norte y docenas de pasajeros cayeron a las aguas heladas; un joven que trepaba por las escaleras de cuerda para ponerse a salvo se quedó paralizado de miedo y no se podía mover.. Así estuvo al menos durante diez minutos, impidiendo que los demás pudieran salir del agua. Si no hacían algo pronto se ahogarían inmediatamente o morirían congelados. Finalmente algunos pasajeros lo agarraron, tiraron de él y lo echaron al agua, y así pudieron salvar sus vidas. El joven murió, por supuesto.. 

Tomar ésa decisión tuvo que ser extremadamente difícil, ¿Fue un asesinato? ¿Un acto de supervivencia?.. Conste que fueron juzgados después por matar a un hombre.. En fin, difícil dilema..

Algunos opinan que uno nunca debería accionar la palanca que cambiaba aquella vía el tren, eso sería poco menos que jugar a ser Dios.. La mayoría de la gente, sin embargo, piensa que  se debería accionar y salvar a los cinco, justificando los medios. No sé qué haríais vosotras. Yo lo tengo claro..

Joaquín




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