El niño que ya no somos..

Querida amiga:

Sólo deseo de ti degustar tus besos,

y soñar con las propuestas de amor

en ellos deducidas.

Me basta oír de tus labios

seductoras promesas

de vida juntos, de ideas comunes,

y caminos por recorrer.

--Joaquin--

Apuesto que todos tenemos alguna foto de cuando eramos bebés.. Y seguro que las veces que las volvemos a ver hacemos verdaderos esfuerzos para asegurarnos que realmente somos nosotros el personaje de la foto.. ¡Y es que hemos cambiado tanto!.. Y no solo eso, sino que ninguna noción tenemos de cómo eramos de bebés; no recordamos nada. Incluso hasta pasados al menos los cinco o seis años no disponemos de algún pequeño recuerdo más o menos fiable..

Con los años todos cambiamos una barbaridad. Crecemos, nos desarrollamos, maduramos, envejecemos, y nos olvidamos de muchas cosas.. A la mayoría les salen arrugas, a otros se nos cae el pelo, cambiamos de puntos de vista, de forma de vestir, nuestras prioridades etcétera; entonces, ¿qué queda en nosotros de ese bebé que vemos con nostalgia en las fotos? ¿Hasta qué punto somos la misma persona que éramos hace sólo unas décadas? Quizás la impresión que tengamos sea que apenas hemos cambiado, pero no se equivoquen, seguimos pareciéndonos algo en el aspecto físico, en los rasgos principales, pero casi nada en el psicológico y manera de pensar, se lo aseguro..

Cuando nacemos no sabemos nada, nacemos como un libro con las paginas en blanco que vamos rellenado a medida que vamos viviendo y acumulando experiencias. Para comprobar lo que éramos y lo que llegamos a ser, ponía el filósofo inglés John Locke, (siglo XVII) el ejemplo del calcetín.. Si tienes un calcetín con un agujero y lo remiendas, y luego remiendas otro agujero y luego otro, puedes que al final termines con un calcetín que sea unicamente remiendos, sin resto alguno de material original, ¿Sería entonces el mismo calcetín? En cierto modo sí, pues hay una continuidad de partes entre el calcetín orinal y remendado. Pero en otro no lo es, puesto que al final ya no queda nada del material original en él..

Un modo de abordar la cuestión sobre qué hace ser a un ser humano la misma persona a lo largo del tiempo, sería señalar que somos seres vivos, hombres y mujeres, eso es evidente, y lo vamos a seguir siendo hasta el final, pero eso no quieres decir que seamos la misma persona.. Yo puedo ser el mismo hombre de hace treinta años, pero no soy la misma persona, ¿A qué creen que se debe esto? Pues según el filósofo de antes, Locke, lo que nos hace ser la misma persona a lo largo del tiempo es nuestra conciencia de nosotros mismos. Lo que no puedes. recordar no forma parte de ti.. Y ponía el ejemplo de un príncipe que se despierta con los recuerdos de un zapatero. El príncipe se despierta en su palacio con todo su boato acostumbrado y aparentemente es un príncipe. Sin embargo, como ahora tiene los recuerdos de un zapatero, es un zapatero. Lo que determina su identidad personal es la continuidad psicológica.. No hace falta remontarse al ejemplo del zapatero, lo vemos a diario en las personas con alzheimer; el cuerpo es el de nuestros padres o parientes que lo padecen, pero sus almas ya no son ellos, ya no queda nada en ellos de lo que fueron, son otras personas, no recuerdan nada...

La consecuencia de todo esto es que, evidentemente ya no somos la misma persona que el bebé de la foto. Somos el mismo individuo, pero a no ser que recordemos ser un bebé, no podemos ser la misma persona. Nuestra identidad personal solo se extiende hasta donde lo hace la memoria. A medida que nuestros recuerdos se van desvaneciendo vamos dejando de ser nosotros mismos...

La influencia política, filosófica y social en la historia que ha tenido John Locke, padre del empirismo (teoría filosófica que enfatiza la importancia de la experiencia en el aprendizaje y la inducción al conocimiento de los individuos) ha sido enorme. Estaba a favor de la libertad religiosa, del derecho a la vida, a la libertad, a la felicidad y a la propiedad, de, absolutamente todos. Sus ideas fueron tenidas en cuenta a la hora de redactarse la constitución de los Estados Unidos; de hecho constituyen su base..

Joaquín