jueves, 9 de enero de 2020

Sepan por qué somos así de malvados..




Eres,
codiciado regalo de amor
envuelto en translúcidos
pliegos de cristal
que a diario
me haces llegar.
Dádiva con corazón de oro
y palabras de satén
que entreabren los postigos
de mis mañanas
y me inundan de sol..
Eres,
el obsequio imprescindible
y constante,
(sin lazos ni embalajes)
brillante y cercano
con el que sueño..
Estrella resplandeciente
que guía y alecciona
con mano de seda
mi trayecto vital;
eres..
--Joaquín--


Un malvado ladrón está a punto de cometer un terrible asesinato en una apartada calle de Madrid.. Son las doce de la noche y un honrado trabajador vuelve a casa tras una dura jornada de trabajo.. El ladrón con la intención de robarle las cuatro perras y el reloj, saca un cuchillo de grandes dimensiones y fuera ya del escondrijo de un oscuro portal se dispone a asestarle el golpe mortal y traicionero.. Pero, ¿Por qué Dios consiente este acto tan horrible, tan injusto? ¿Por qué permite a este asesino acabar con la vida de un hombre sencillo e inocente por tan poca cosa? ¿No es todopoderoso? ¿No lo sabe todo de todos? Entonces por qué no hace que el malvado se arrepienta en el ultimo momento y suspenda su execrable crimen? Y no sólo eso, ¿por qué permite tantas injusticias en el mundo? ¿Por qué niños mueren de hambre, ancianos de soledad, jóvenes en las guerras?.. ¿Por qué terremotos, huracanes, incendios, enfermedades donde perecen miles de personas inocentes? ¡Por qué! , ¡Por qué!...
Estas preguntas que muchos se hacen todavía se las hizo San Agustín, mil quinientos años antes que nosotros. Él, que era cristiano convencido, no entendía cómo Dios, omnipotente, todopoderoso, supremo, creador de todo lo visible e invisible, posibilitaba que tantas desgracias acaecieran a los hombres en la tierra. ¿Cómo era posible que un simple suspiro suyo, un sencillo deseo no saliera de su mente y terminara de un plumazo con el sufrimiento de tantos seres desvalidos?.. Esta negativa de Dios a solventar todos los males traía a San Agustín por la calle de la amargura..
San Agustin en su juventud había coqueteado con el maniqueísmo, una religión oriental que si que tiene respuestas convincentes para esta paradoja.. El maniqueísmo entiende que en el mundo hay dos fuerzas poderosas, antagónicas, iguales en supremacía y que rigen los destinos de los hombres y del universo, el bien y el mal, y ambos se debaten en una lucha feroz.. A veces vence una, a veces la otra.
Los maniqueos creían que, en las personas, el bien proviene del alma y el mal del cuerpo, con todas sus debilidades, sus deseos y su tendencia a descarriarse. Esto explicaría por qué la gente comete maldades.. Con esta teoría tenemos resuelto el enigma de las desgracias humanas y del por qué Dios no puede solucionar todo lo malo que sucede en el mundo..Resulta que no tiene el poder absoluto..
San Agustín después de una vida de juergas en sus primeros años, se convirtió al cristianismo gracias a su piadosa madre Santa Mónica y a los escritos del obispo Ambrosio.. Sin embargo, antes, su alma inquieta buscando una paz espiritual que no llegaba, pasó por adentrarse en las diferentes filosofías paganas y maniqueas de la época.. Estudió a los mejores filósofos de la época, debatió con ellos y por fin aceptó el cristianismo; vio la luz..
El dilema del bien y el mal en el mundo que los maniqueos habían resuelto, lo tradujo San Agustín identificándolos como Dios y el Demonio.. Pero entendió que esa lucha interminable de ambas fuerzas, (y aunque el bien siempre acababa venciendo al mal) no era del todo lo que Dios había dispuesto, así que llegó a la conclusión del libre albedrío de los hombres en la tierra.
Con el libre albedrío al que tanto le costó llegar San Agustín, solventamos este grave misterio y desazón de los hombres con Dios.. Dios nos creo libres para que nosotros eligiéramos el camino a seguir; y allá nosotros con nuestras decisiones.. Podemos ser buenos y acatar los mandamientos de Dios, y luego nos acogerá en su seno.. O malos y seguir a Satán en sus malévolas ocurrencias y perdernos definitivamente en el infierno.. Agustín sostenía que era mucho mejor que nos permitiera elegir. De otro modo seriamos como marionetas con las que Dios manejaría nuestros hilos para que nos portáramos bien
Otra de las grandes teorías cristianas que también se le ocurrió a San Agustin fue lo del pecado original. Gran parte de las desgracias que nos ocurren a los hombres y mujeres en la tierra proviene del Jardin del Eden, de cuando a nuestros primeros padres Adán y Eva se les ocurrió echar mano del mal y dejarse engatusar por el Diablo en forma de manzana.. Dios lo entendió como una traición a la libertad de elegir que les dio y castigó no sólo a ellos, sino a todo sus descendientes por los siglos de los siglos, entre los que nos encontramos nosotros, claro..
Para mucha gente esta idea de cargar con los pecados que Adán y Eva cometieron en el Paraíso, ésa culpa ancestral no tiene sentido. Cargar con la culpa de otros es injusto, inverosímil, pero el concepto de que el mal es el resultado de nuestro libre albedrío permite a otros muchos creer que Dios si es omnipotente, omnisciente y benévolo..En fin...
Joaquín



No hay comentarios:

Publicar un comentario