Un hijo... Tú sabes, tú sientes qué es eso?
Ver nacer la vida del fondo de un beso,
por un inefable milagro de amor;
un beso que llene la cuna vacía:
un beso hecho flor...
--J. A. Buesa--
Era gitano y de Guareña. Llegó a Fuente de Cantos para un negocio de ganado, pero debió ser que engañó en la venta o trueque de un par de burros, y alguien se la juró. Hubo venganza, Dos cuchilladas (cuchilladas alevosas y nocturnas) acabaron con su vida. Nada dicen las crónicas del asesino o asesinos.
Lo del gitano sucedió en Fuente de Cantos en el año 1864 (hace justo 160 años) pero es que ese mismo año también se nos muere de manera violenta Francisco Carrasco, un joven labrador de apenas 21 años. El pobre se pegó un tiro en la mano cuando manipulaba una escopeta. Acabó desangrado. En el parte policial se anotó su domicilio como lugar donde ocurrieron los hechos, fue en la calle Mesones, hoy en día, Isabel la Católica (la de la foto de portada).
Por cierto, 1864 transcurría en el pueblo con normalidad, dentro de las consabidas penurias y raquíticas alegrías de entonces pero, hete aquí que en septiembre, un ladronzuelo de Bienvenida, Miguel Pérez, de 38 años, que de vez en cuando se acercaba a Fuente de Cantos a robar aceitunas, murió de unas diarreas en la cárcel de la calle Olmo donde estaba preso, resultó que tenía cólera. Fue el segundo fallecido de la larga lista de muertos que vino después.
En fin
Joaquín
calle Ancha
panorámica del pueblo
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