jueves, 5 de octubre de 2023

Érase una pequeña ermita fuentecanteña, a las afueras

                                                                                            




Amor que al irse no está ausente;

amor sin dudas y sin fe,

como este amor intranscendente,

que, si llegó calladamente,

calladamente se fue...

--J. A. Buesa--



Apuesto que os voy a sorprender. Sí, porque si os digo que tuvimos una vez una ermita dedicada a San Juan, primero me vais a decir: 

--¡Vaya novedad! ¡Pero si eso ya lo sabemos, está vivita y coleando en el barrio de San Juan!.

Ya ya , pero no me refiero a esa ermita, sino a una que desapareció y que estaba situada justo al otro lado del pueblo, a las afueras, en la dehesa de la Mata, en el camino de Llerena.

Y ya os adelanto que esa ermita tuvo que ser muy bonita. No era muy grande, tres tramos y dos arcos la componían, pero muy coqueta. Era muy conocida en el pueblo. Atendía por el nombre de San Juan de la Puebla, aunque algunos preferían llamarla, San Juan del Campo, para diferenciarla de la otra

Como todas las ermitas extramuros de Fuente de Cantos, esta también tenía su huerto y su pequeño cementerio anexo, ¿Os imagináis? Los ermitaños vivían bien, cultivaban sus habas, sus tomates, sus pimientos y sus cebollas, y luego cobraban una pequeña limosna por los bautizos, las comuniones, los casamientos o los entierros. Iban tirando.

Alonso Pérez, Francisco e Isabel Fernández etc. etc. fueron algunos de los ermitaños más conocidos. El 25 de septiembre del año 1600 se bautiza en la ermita de San Juan de la Puebla, el hijo de Diego García y María Méndez, dos ermitaños y santeros muy queridos en el pueblo. Por cierto, hasta sabemos que Diego tuvo que reparar el corral que rodeaba la ermita porque algún ganado que pastoreaba por la zona se entraba dentro.

En fin, qué estupendo que sepamos cosas de nuestro pasado tan remoto. De esta historia que os cuento han transcurrido ya más de cuatrocientos años, ¡ahí es nada!.

Por cierto, la ermita de San Juan actual, la que está en pie, está dedicada a San Juan de Letrán, y por ende a San Juan el apóstol, el del apocalipsis. Sin embargo la antigua ermita desaparecida de San Juan de la Puebla, la que estaba en la Mata, estuvo bajo la advocación de San Juan Bautista, el primo de Jesús. 

Lo dicho, qué cosas.. 

Joaquín




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