miércoles, 4 de octubre de 2023

El tipo que se negaba envejecer

                                                                                     



En las manos del otro palpitaban sus manos;

en el brazo del otro se apoyaba feliz...

Y me envolvió una niebla de recuerdos lejanos,

y sentí que sangraba mi vieja cicatriz.

--J. A. Buesa--



¡Ah!, ¿Qué no sabéis qué es la homeostasis? No os flageléis si no os suena, yo acabo de enterarme. Os lo explico en román paladino para que se entienda: Es la capacidad que tiene el cuerpo humano para aguantar incólume (casi) los envites del exterior. Es decir, que nuestro cuerpo contrarresta y controla, dentro de lo que cabe, el desgaste (envejecimiento) a que nos lleva elementos externos. 

Claro, que por mucho que controlemos es impepinable envejecer. Ahora sabemos que el proceso de envejecimiento empieza realmente a partir de los 28 años, lenta pero inexorablemente. Y a partir de los 50 se triplica la velocidad.

Envejecer es un proceso natural, inevitable, eso es así, pero lo interesante es que podemos reducir su tasa de aceleración.

Sí, mirad, podemos controlar el 70% de las causas, y retrasarlo.

Fijaos qué factores influyen en el envejecimiento:

Genéticos (se heredan) el 30%

Condicionantes (alimentación, ejercicio, sueño) el 50%

Desencadenantes (estrés, accidentes, enfermedades) 20%.

¿Podemos aminorar entonces la velocidad de envejecimiento?. Pues sí; y estas son las claves:

1. Alimentación sana todos los días.

2. Recrearse.

3. Manejo del estrés.

4. Hacer ejercicio.

5. Dormir (descanso reparador).

En fin, no es mucho lo que nos piden. Claro que ya lo dijo Monet, el famoso pintor expresionista francés: “No me importa cuántos años viva, sólo espero morir joven.”

O esta otra cita: "una buena salud y estar bien acompañado, con eso basta para una buena vejez". Esto lo digo yo..

Joaquín






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