sábado, 21 de octubre de 2023

Se acostumbró a quererse

                                                                                     



   

Mi vida es un erial,

Flor que toco se deshoja;

que en mi camino fatal

alguien va sembrando el mal

para que yo lo recoja.

--Bécquer--



Y se acostumbró, sí, le costó mucho, pero se acostumbró. Después de años de vivir un infierno, de menosprecios, de mentiras, de medias verdades, de miedos y de soledades, se acostumbró a...

A ocupar toda la cama y a dormir las horas deseadas... a no cocinar los domingos.

A no dar explicaciones y hacer lo que le gusta sin que nadie la critique.

A comer a la media noche y a ver sus programas favoritos, y a cantar en voz alta y bailar por toda la casa sin que nadie la tache de loca.

A recibir llamadas a cada rato y contestar mensajes muy tarde.

Al olor del café por las mañanas y a tardar en arreglarse para ir a dónde le dé la gana.

Tras unos años de convivencia horrible se separó, y lo pasó mal, muy mal, de sobra lo sé, pero se acostumbró a ella misma: a sus cosas, a su vida, a estar sola, a no esperar nada de nadie, a caminar por la vida con valores, con virtudes, con errores... a levantarse tras las caídas. 

SE ACOSTUMBRÓ A QUERERSE... 

Joaquín






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