Ayer
no estuve ausente; hoy, qué importa que muera.
Sobre
tus verdes campos una estación impera:
invierno,
otoño, estío, aquí son primavera.
Arrópenme
con tierra tus manos amorosas,
el
rictus de mi boca han de borrar tus besos,
la
savia de mi carne y el polvo de mis huesos
renacerán
en rosas.
–Fco. A. de Icaza--
Sonsoles no era excesivamente guapa, pero tenía un tipazo de espanto. Medía 1,76 mts. y tenía mucha clase; tanta, que la gente volvía la cabeza cuando paseaba por la Gran Vía, de Madrid.
A los 21 años se casa con un hombre veinticinco años mayor que ella, pero todo un señor marqués, con el que tiene tres hijos. Sin embargo, ¡Oh!, a los treinta conoce a Ramón, un tipo interesante, rubio con los ojos azules, y se enamora apasionadamente. Él también está casado y tiene tres hijos.
Lo suyo fue un maravilloso romance extramatrimonial y secreto que duró más dos décadas. Su marido, el marqués, fue conocedor y consentidor de aquel extraño idilio.
Sonsoles y Ramón tuvieron una hija, Carmen, rubia como su padre, que enseguida fue aceptada como propia por el marido de Sonsoles, a pesar del enorme parecido con su amante...
La niña Carmen fue creciendo junto a sus hermanos. Pero, hete aquí que un día Carmen, ya adolescente, se enamora ¿casualidad? de un hijo de su padre, es decir, de su hermanastro, (nada sabían ellos del uno y del otro), Ufffff qué palo a los padres al enterarse. No tuvieron mas remedio que hablar con ellos y descubrirles el pastel.. El escándalo fue mayúsculo.
Por cierto, Sonsoles es Sonsoles de Icaza (la modelo favorita del diseñador Balenciaga; la más elegante que jamás hemos tenido en España), su amante, Ramón Serrano Suñer, cuñado de Franco (el cuñadísimo) y su hija secreta, Carmen Díez de Rivera.
Carmen fue una mujer apasionada, hermosa, rubia con unos ojos azules que enamoraban, llegó a ser secretaria del gabinete de Adolfo Suárez, “la musa de la transición” le llamaron muchos. Murió muy joven de un cáncer de mama..
Joaquín.
Sonsoles y Ramón, y en mitad de la foto su hija clandestina, Carmen
Hay personas que tienen marcado un triste destino. Creo se enamoró al final de Adolfo Suárez pero a este parece ser le obligaron para ser presidente volverse a casar con Amparo Illana de la que se encontraba separado
ResponderEliminarNo conocía esto último. Gracias
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