martes, 6 de diciembre de 2022

De repente una mujer

                                                                                     

Érase que en la antigua Grecia, a pesar de su elogiada democracia, a las mujeres las tenían totalmente apartadas de la sociedad. A las pobres se les iba la vida pariendo recluidas en el gineceo paterno, es decir en casa. Ni podían ir al teatro, ni hacer deporte ni... sólo las tareas domesticas y acicalarse para sus maridos.

Cuando en Mileto, ciudad griega del Asia Menor, se difundió entre las mujeres una "epidemia de suicidios", por la insoportabilidad de sus vidas, el gobierno puso remedio ordenando sencillamente que los cuerpos inertes de las víctimas fuesen expuestos desnudos a la población. Como era de esperar, la coquetería de las pobres mujeres pudo más que la desesperación de sus vidas. No hubo más suicidios.. Pobrecillas..

Joaquín







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